SANTO DOMINGO.- El auge de las redes sociales sumado a la aparente ambigüedad de las leyes en el país sobre crímenes y delitos de alta tecnología, ha sido aprovechado por antisociales para delinquir a sus anchas.
Aplicaciones como Facebook, Twitter e Instagram, se han convertido en el espacio perfecto para los delincuentes captar sus víctimas, en lo que expertos consideran es una migración de los actos delictivos de lo análogo a lo digital.
De los delitos de alta tecnología que contempla la Ley 53-07 de nuestro Código Penal, el chantaje y la estafa son los más frecuentes.
El más reciente caso fue el secuestro y posterior asesinato de Julio Anibal Peña, hermano del exgobernador de Barahona, quien, fue atraído por sus verdugos a través de una cuenta falsa en una red social.
Pese a los esfuerzos de las autoridades y la Dirección de Delitos de Alta Tecnología de la Policía Nacional todos los meses van en aumento los engaños a través de las plataformas digitales.