Redacción.- En tres zonas de la isla de Tenerife, España, se detectaron unos caracoles gigantes africanos (‘Lissachatina fulica’), una especie invasora peligrosa que amenaza a la agricultura y plantas silvestres de la región, así como a la salud humana.
Si bien este gasterópodo es una de las especies más grandes del mundo y puede alcanzar una longitud de hasta 30 centímetros, se encuentran con mayor frecuencia ejemplares más pequeños. Además, presenta una concha cónica con vetas marrones o amarillentas con coloración más clara o blanca hacia el extremo.
Biólogos alertan sobre los riesgos asociados a dicho caracol, ya que puede ser portador de meningitis, atacar los cultivos principales, como el plátano y el tomate, y las plantas silvestres, es decir, romper el equilibrio de la biodiversidad y los ecosistemas locales.
En este contexto, la Red de Detección e Intervención de Especies Exóticas Invasoras en Canarias (REDEXOS) hizo un anuncio a los residentes, advirtiendo que si alguien ve un caracol, no lo toque bajo ningún pretexto y se ponga en contacto con la organización.