Redacción. ― En el año 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas decretó el 30 de julio como Día Mundial contra la Trata de Personas, con la intención de concienciar a las personas y sobre todo a los gobiernos, acerca de la problemática que ha acarreado la expansión de ese delito a nivel mundial.
Cada año se establece un tema o lema que permite analizar el estado de la cuestión y el tema para este año 2024 es: «No podemos dejar a ningún niño o niña atrás en la lucha contra la trata».
Y es que según el Informe Mundial sobre la Trata de Personas emitido por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), son los niños las principales víctimas de la violencia durante la trata. Uno de cada tres víctimas es un niño o una niña. El acceso a Internet sin la protección adecuada no hace más que intensificar el problema.
La trata de personas es considerada uno de los más graves delitos de violación a los derechos humanos, siendo catalogada un símbolo moderno de esclavitud del siglo XXI, mediante la cual las personas son privadas de su libertad y derechos por parte de terceras personas.
Son sometidas contra su voluntad a situaciones de explotación sexual y laboral, trabajos forzados, servidumbre doméstica, extracción de órganos, mendicidad, entre otras modalidades.
Se estima que aproximadamente el 30% de las víctimas de la trata de personas son niños y el otro 70% son mujeres y niñas. Los primeros en la mayoría de los casos se usan para realizar trabajos forzosos en situaciones precarias, mientras que las mujeres y niñas son explotadas sexualmente desde muy temprana edad.