Santo Domingo. -El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH y Sida (ONUSIDA) informó que la campaña del Día Mundial del Sida 2021, que se conmemora este 1 de diciembre, pone de relieve la urgente necesidad de acabar con las desigualdades sociales que impulsan al sida y a otras pandemias en todo el mundo, bajo el lema: “Poner fin a las desigualdades. Poner fin al sida. Poner fin a las pandemias”.
La directora de ONUSIDA en el país, Bethania Betances, explicó que el lema de la campaña se sustenta en la Estrategia mundial contra el sida 2021-2026, la cual destaca que es un momento extraordinario en el que los líderes del mundo han acordado un plan audaz que, de ser cumplido, pondría fin al Sida para el 2030, lo que representa un gran desafío debido a que los países están enfrentando el impacto de dos pandemias colindantes: la COVID-19 y el Sida.
Sostuvo que esta estrategia tiene como objetivo, reducir las desigualdades que faciliten el crecimiento de la pandemia del sida, así como dar prioridad a las personas que todavía no tienen acceso a servicios contra el VIH, en procura de involucrar a todos los países y comunidades para acabar con el sida como una amenaza para la salud pública.
Betances exhortó a la población a que, durante este Día Mundial del Sida, participen en la campaña que se desarrolla a través de las redes sociales.
Resaltó la importancia de la realización de acciones como esta para enfrentar las desigualdades, como parte de los derechos humanos de los grupos de población clave y de las personas que viven con el VIH, lo que sirve de apoyo para preparar a la sociedad para vencer no solo a la COVID-19, sino también a otras pandemias.
“La conmemoración de este Día Mundial del Sida coincide con el momento en que nos acercamos a la cuarta década de la pandemia del sida y al tercer año de la pandemia de la COVID-19, ambas dejan al descubierto las desigualdades exacerbadas, y cómo recaen en las poblaciones marginadas y vulnerables, como las Personas viviendo con VIH, las mujeres, las niñas y niños, las poblaciones clave, migrantes y refugiadas”, apuntó Betances.
La funcionaria de las Naciones Unidas expuso que el Informe de ONUSIDA visibiliza que, a causa de la COVID-19, los tratamientos para personas viviendo con VIH se han frenado, y que las estimaciones sobre las interrupciones de servicios asociadas a la COVID-19, podrían causar entre 123 mil y 293 mil nuevas infecciones por VIH, así como entre 69 mil y 148 mil muertes más relacionadas con el sida.
De igual manera, dijo que el informe muestra que las personas que viven con el VIH son más vulnerables a la COVID-19, y que datos del 2020 muestran que las desigualdades han limitado el acceso a las vacunas contra este virus.
“ONUSIDA recomienda contar con infraestructuras lideradas por las comunidades y la sociedad civil, como parte de la construcción un sistema de salud pública fuerte, además de mayor protección para los recursos humanos, incluidos los trabajadores sanitarios, y reconocer a las comunidades pioneras en los enfoques que demuestran mayor efectividad, impulsando cambios que motivan a los dirigentes a ser audaces”, detalló.