REDACCIÓN.- Una nueva denuncia se suma a las más de dos docenas de demandas presentadas en contra del rapero estadounidense Sean “Diddy” Combs en el último año.
Se trata de haber agredido sexualmente a un niño de 10 años, por lo que sería el caso más reciente que fue presentado el 28 de octubre de 2024 en un tribunal estatal de Nueva York, por el abogado Tony Buzbee.
El demandante, identificado en el documento como “John Doe”, sostiene que sus padres contrataron a un consultor de la industria para ayudarlo en su carrera. Durante este proceso, el consultor organizó una reunión en un hotel de Nueva York, donde Combs se encontraba, y dejó al niño a solas con el productor musical.
Según la denuncia, el artista le ofreció una bebida que supuestamente contenía drogas, y tras consumirla, el menor perdió el conocimiento. Al recobrar la conciencia, se encontró en una situación de abuso sexual.
La segunda demanda presentada el mismo día alega que otro joven de 17 años fue agredido sexualmente por Combs en 2008 mientras audicionaba para el programa de televisión “Making the Band”. El demandante afirmó que el magnate de la música y un guardaespaldas lo forzaron a participar en actos sexuales, presentando la situación como una prueba de su dedicación a la industria musical.
Los abogados del productor musical han negado repetidamente todas las acusaciones. En una declaración, afirmaron que el abogado Buzbee busca atención mediática y que las alegaciones son infundadas. “En el tribunal se demostrará que Combs nunca ha abusado sexualmente de ninguna persona”, resaltaron.
El rapero, de 54 años, actualmente enfrenta cargos penales en un tribunal federal en Manhattan relacionados con tráfico sexual, conspiración de crimen organizado y transporte para participar en prostitución. Los fiscales federales afirman que utilizó su poder para coaccionar a hombres, mujeres y niños a participar en actos sexuales sin su consentimiento.
El demandante de la primera demanda, conocido como “John Doe”, describe que fue llevado al hotel donde Combs estaba alojado bajo el pretexto de una audición. Durante esta reunión, Diddy supuestamente lo alentó a expresar cuánto deseaba ser una estrella. El joven, en un acto de inocencia, respondió que “haría cualquier cosa”. Posteriormente, el productor le ofreció una bebida que le provocó una sensación extraña antes de que ocurriera el abuso, según Business Insider.
Después del presunto ataque, el niño fue llevado de regreso a sus padres, quienes notaron cambios significativos en su comportamiento. Desde entonces, ha sufrido de depresión severa y ansiedad, lo que ha afectado su calidad de vida.