PUERTO RICO.- El cantante y productor de reguetón Don Omar, uno de los mayores exponentes del género, reflexionó en CNN sobre su vida antes de la fama, sus vicios, su espiritualidad y la importancia de la amistad con Mario Kreutzberger, Don Francisco, quien lo entrevistó en una charla íntima y personal que para el artista urbano «hará historia».
«Yo vivía de vender droga«, dijo Don Omar. «Ese era mi trabajo. 14 años. 15 años. Yo trabajaba dentro de la droga. Vendía droga. Hacía un turno todos los días de ocho horas».
Por esa época también estaba borracho «toda la noche».
«Pero hay algo que te cambia», precisó Don Francisco. «Porque cuando tú ves que matan a tus dos compañeros, que también se veían vendedores de droga, no sé. Y tú quedas vivo, es cuando ahí recurres a Dios«.
Don Omar lo confirmó: «Yo recurrí en aquel momento a Dios porque yo temía por mi vida«.
El artista puertorriqueño le confesó a Don Francisco que cuando entró en el mundo de la música profesional recayó en una situación que pensó que ya tenía superada después de haberla vivido en su adolescencia.
«De llegar de un mundo sano, limpio, comienzo a entrar a un mundo donde los sanos y los limpios son muy poco. Yo caí en la trampa nuevamente. Yo caí en la trampa de querer crear un personaje, de querer crear una coraza«, dijo Don Omar.
«Y pensaba que lo estaba haciendo bien. Pensaba que ahora, como ya estaba más adulto y como todos lo hacían, pues ya no me sentía tan juzgado. Todo se vino abajo. Te lo puedo asegurar. Como persona, como hombre, como ser espiritual. Todo se vino abajo».
Don Omar le recordó a Don Francisco cómo se conocieron y forjaron su gran amistad a través de los años.
«Yo recuerdo que la primera vez que a tu show yo estaba supernervioso, supernervioso, y creo que tú te diste cuenta de eso. Se me podía leer en el físico que no estaba bien, que no estaba, que no me sentía tranquilo. Y yo recuerdo que esa primera conexión que yo tuve contigo es porque tú te diste cuenta de lo que estaba sucediendo conmigo y me sacaste a tu a tu despacho. Me dijiste: ‘Siéntate. Yo no quiero que tú seas una persona que no eres aquí'».
«Yo estaba aquel día tratando de ver como fe es la palabra en inglés, cómo me acoplaba yo a aquel mundo de la televisión y tú me dijiste ese ‘tú’ y desde ese día que tú me dijiste ese ‘tú’, yo creo que eso marcó tu amistad y la mía», explicó Don Omar, cuyo nombre de pila es William Omar Landrón Rivera.
«Llegó al momento que tuve el honor de tenerte de padrino en mi boda y siempre sentí que eras distinto. Que contigo era distinto. Que quizá podía ser William contigo».
Don Francisco asegura que fue «una conversación sincera y transparente donde Don Omar nos cuenta cómo fue su vida antes de llegar a ser el gran ícono de la música que es hoy».