SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Mientras las jornadas de vacunación se intensifican en el país y más del 50 % se ha vacunado contra el Covid-19, en las afueras de los hospitales se vive un drama desgarrador.
La realidad que se vive en los centros asistenciales es indescriptible.
Este árbol se ha servido de sala improvisada para que los parientes de personas con COVID-19 permanezcan por varias horas esperando recibir información de su familiar en el Hospital Moscoso Puello.
Allí el denominador común es la desesperación y la tristeza.
Estas familias luchan con la angustia de tener un paciente con COVID-19, no solo por la falta de cama de los centros a donde se dirigen, sino también por la poca información que reciben de sus pariente, el miedo a que le notifiquen su fallecimiento y el dolor ante la pérdida y cuando esto ocurre el dolor contagia a quienes están alrededor.
Mientras, el personal médico refleja el agotamiento que enfrenta, debido a las arduas jornadas por la alta ocupación de este centro de salud.