BEIRUT.- Al menos dos efectivos kurdosirios murieron este martes por el bombardeo de un dron turco contra una base conjunta de esas fuerzas y la coalición internacional antiyihadista liderada por Estados Unidos en la provincia de Al Hasaka, en el este de Siria.
El portavoz del grupo armado mayoritariamente kurdo Unidades de Protección del Pueblo (YPG), Siyamend Ali, indicó en su cuenta de Twitter que un avión no tripulado perteneciente a Turquía atacó una base en la que también están desplegadas las tropas internacionales que luchan contra el Estado Islámico (EI).
La acción acabó con la vida de dos miembros de las Unidades Antiterroristas kurdosirias, precisó Ali.
Según un comunicado del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las instalaciones militares atacadas se ubican en el área de Asthah al Wazir, al norte de la capital homónima de Al Hasaka, y la acción también causó heridas de gravedad a otras tres personas.
Este es el segundo bombardeo de un dron turco ocurrido en las últimas horas en la provincia, donde hace poco ya fueron atacados dos aeródromos para planeadores, advirtió la ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno.
La acción se produce dos días después de que Turquía bombardease varios puntos del norte de Siria, algunos de ellos en Al Hasaka, y causase alrededor de una treintena de muertos entre civiles, soldados gubernamentales sirios y efectivos de las fuerzas kurdosirias.
Ankara señaló a una mujer siria como principal sospechosa del atentado que el pasado 13 de noviembre causó seis muertos y 81 heridos en Estambul, y aseguró que ésta había sido entrenada por las YPG, consideradas terroristas por las autoridades turcas.
Las fuerzas kurdosirias negaron vinculación alguna con la explosión y acusaron al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de buscar una excusa para atacar el norte de Siria con el objetivo de ganar apoyos de cara a las elecciones que se celebrarán en su país el año próximo.