Washington. – El Gobierno de Estados Unidos, que suspendió temporalmente el procesamiento de trenes provenientes de México en Eagle Pass y El Paso (Texas), reabrió este lunes el paso fronterizo en el Puente Internacional de la Presa de la Amistad, en el mismo estado.
En un comunicado, la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, en inglés) indicó que ese paso se reabre “después de un cierre prolongado debido a una serie de factores, incluida una remodelación aún en curso de las instalaciones de la Aduana de México ubicadas en la Presa de la Amistad y una inspección de dos semanas por parte de la Comisión Internacional de Límites y Aguas”.
El puente de la Presa de la Amistad se encuentra en la ruta 349, unos 10 kilómetros al noroeste de Del Río, y la oficina de aduanas y fronteras tendrá sus operaciones en los horarios normales desde las 10 de la mañana a las seis de la tarde lo siete días de la semana.
CBP señaló en un comunicado ayer domingo que sigue registrando un mayor flujo de migrantes en la frontera suroeste y que ha detectado un resurgimiento en el traslado por parte de los contrabandistas de migrantes en trenes de carga por lo que ordenó la suspensión desde este lunes de la revisión de trenes en Eagle Pass y El Paso.
Con la suspensión de operaciones en los dos puertos de Texas, los funcionarios reasignados apoyarán a la Patrulla Fronteriza para poner en custodia a los migrantes.
La pausa en las operaciones se une a la ordenada en el paso peatonal del puerto fronterizo de San Ysidro (California) y a la de Lukeville (Arizona), donde la gobernadora Kattie Hobbs autorizó el envío de soldados de la Guardia Nacional para ayudar al manejo de los inmigrantes.
La CBP añadió que, en respuesta a este flujo incrementado, la agencia seguirá “reforzando todos los recursos disponibles para procesar a los migrantes de forma expedita y segura».
Los cierres se ordenaron justo cuando el Gobierno del presidente Joe Biden está en negociaciones con senadores de la oposición para endurecer el sistema de asilo a cambio de que le apoyen un gasto de más de 60.000 millones de dólares para Ucrania.