REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés) anunció el martes (16.08.2022) la compra de trigo ucraniano por valor de 68 millones de dólares, que irá destinado al programa de la ONU para combatir el hambre en los países pobres.
En un comunicado, la administradora de USAID, Samantha Power, explicó que se adquirirán 150.000 toneladas métricas de cereal y que se enviarán a países que sufren «hambre y malnutrición severa» en el cuerno de África, zona afectada por una sequía histórica.
Power agregó que «se necesita mucho más» para ayudar al mundo a recuperarse de «la devastación global causada por la brutal guerra» del presidente de Rusia, Vladímir Putin.
El cereal llegará a los países necesitados a través del Programa Mundial de Alimentos de la ONU.
Por su parte, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, aprovechó para pedir a los países del mundo que aumenten su ayuda al desarrollo, que apoyen los esfuerzos de seguridad alimentaria y alivien las restricciones al comercio.
Este mismo miércoles se conoció que el secretario general de la ONU, António Guterres, viajará el jueves a Ucrania, donde tiene previsto mantener una reunión trilateral con el presidente del país, Volodímir Zelenski, y con el líder turco, Recep Tayyip Erdogan.
Al día siguiente Guterres visitará Odesa y su puerto, que está siendo utilizado para la exportación de cereal ucraniano conforme al acuerdo impulsado por la propia organización y Turquía.
Posteriormente, el dirigente de Naciones Unidas viajará a Estambul para visitar el Centro de Coordinación Conjunta (JCC, en inglés) que vela por el cumplimiento de ese pacto, explicó el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.
Guterres ya viajó a Ucrania el pasado abril, como parte de una gira en la que también pasó por Turquía y Rusia y en la que se organizó la evacuación de civiles de la sitiada planta de Azovstal en Mariúpol, que se produjo unos días después con apoyo de la ONU.
En ese viaje también se comenzó a gestar el acuerdo para las exportaciones de cereales, que tardó meses en cristalizar.