Washington.- La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos recomendó a las aerolíneas inspeccionar los paneles de relleno de ciertos aviones Boeing 737 que sean más antiguos que el Max 9 del cual un panel similar salió expulsado en pleno vuelo este mes.
La agencia, conocida como FAA por sus siglas en inglés, indicó que los paneles en una versión más antigua del 737, llamada 737-900ER, son idénticos a los del Max 9, y que algunas aerolíneas “han investigado los pernos durante las inspecciones de mantenimiento”.
La agencia emitió un alerta el domingo en la noche, pidiendo que, lo más pronto posible, las aerolíneas inspeccionen cuatro lugares donde los tornillos, pernos y tuercas atoran el panel de relleno al avión.
Los paneles sellados son los que rellenan los espacios reservados para puertas adicionales para cuando la cantidad de asientos no basta para provocar el requerimiento de haya más salidas de emergencia. Desde dentro del avión, parecen una ventana regular.
La FAA dijo que se han registrado 3,9 millones de vuelos de aviones 737-900ER sin incidente alguno con los paneles. En comparación, el Max 9 que sufrió el desprendimiento del panel había realizado sólo 145 vuelos.
El 5 de enero, un Boeing 737 Max 9 de Alaska Airlines sufrió el desprendimiento de uno de esos paneles en pleno vuelo. Pasajeros e investigadores describieron la violenta descomprensión acaecida cuando el aire emanó de la cabina presurizada a una altura de 4.800 metros (16.000 pies) sobre Oregón.
El avión logró hacer un aterrizaje de emergencia, y no se registraron problemas graves. Nadie estaba sentado en los dos asientos más cercanos a la portezuela volada, a pesar de que el avión estaba casi lleno.
La FAA ha ordenado mantener en tierra a todos los Max 9 que tengan paneles de relleno en vez de puertas regulares. Alaska y United Airlines son las únicas aerolíneas estadounidenses que usan esos modelos de aeronaves.
A parte de ordenar mantener en tierra a los aviones, la FAA investiga los procedimientos de control de calidad en Boeing y sus proveedores, y ha intensificado su supervisión de la compañía fabricante. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte investiga el incidente ocurrido en los cielos de Oregón.