-Según un estudio donde los investigadores tomaron muestras de sangre de 30 pacientes con cáncer de mama y modelos de ratones en diferentes momentos, asegura que la metástasis del cáncer de mama se forma de manera más eficiente mientras dormimos.
El trabajo refleja que el 78 por ciento de todas las células tumorales circulantes (CTC) encontradas en las muestras combinadas provenían de las muestras tomadas durante la fase típica de sueño.
Asimismo, descubrieron que las células que se van por la noche tienden a tener una mayor probabilidad de formar metástasis, que es cuando las CTC que se desprenden del tumor original se trasladan a nuevos lugares del cuerpo para formar nuevos tumores.
¿La razón? En comparación con los CTC que se van durante el día, las células nocturnas tienden a dividirse más rápidamente. Según ha explicado Nicola Aceto, líder del estudio:
Cuando la persona afectada está dormida, el tumor despierta. Antes de este estudio, había datos limitados sobre cuándo el cáncer generalmente se desprende y se pensaba que se hacía de forma continua.
Cuentan los investigadores que el cáncer de mama es una de las formas más comunes de cáncer, con alrededor de 2,3 millones de casos en todo el mundo al año. El problema reside en el tratamiento, ya que puede ser más difícil cuando se ha producido metástasis. Según Zoi Diamantopoulou, autora principal del estudio:
Nuestra investigación muestra que el escape de las células cancerosas circulantes del tumor original está controlado por hormonas como la melatonina, que determinan nuestros ritmos de día y de noche. Algunos de mis colegas trabajan temprano en la mañana o tarde en la noche; a veces también analizan sangre en horarios inusuales, momento en que observaron que los niveles de las células cancerosas circulantes difieren según la hora. Desde nuestro punto de vista, estos hallazgos pueden indicar la necesidad de que los profesionales de la salud registren sistemáticamente el momento en que realizan las biopsias. Puede ayudar a que los datos sean verdaderamente comparables.
El trabajo también refleja que los estudios con ratones destacaron algo inusual: siempre se encontró una mayor cantidad de células cancerosas en ratones en comparación con los humanos. Casualidad, los ratones son animales nocturnos, y los científicos generalmente recogieron las muestras durante el día, cuando era más probable que los ratones estuvieran durmiendo.