REDACCIÓN.- Meryl Streep y Anne Hathaway regresan a la pantalla grande en la esperada secuela de El Diablo viste a la moda (The Devil wears Prada), cuyo rodaje comenzará el 30 de noviembre de 2024, según informó el sitio Production List.
La nueva entrega, que se encuentra en fase de preproducción, explorará el ocaso de la carrera de Miranda Priestly, quien enfrenta el desafío de mantener a flote su revista Runway en un mercado editorial en declive.
La trama se centrará en la competencia entre Priestly qu
e enfrenta el ocaso de su carrera con la caída de ventas de las revistas y su ex asistente, Emily Charlton (interpretada por Emily Blunt), ahora una influyente ejecutiva en un grupo de lujo.
De acuerdo al sitio Puck News la acción se desarrollará en cuatro escenarios claves para la economía de Estados Unidos como lo son Silicon Valley, Hollywood, Washington y Wall Street.
El film que dio origen a todo
La película original, estrenada en 2006, se convirtió en un fenómeno cultural inesperado, consolidando a sus personajes en el imaginario popular.
La película recaudó unos 300 millones de dólares en todo el mundo. A pesar de las expectativas iniciales, el impacto de la cinta superó todas las previsi
ones, destacándose la figura de Miranda Priestly, interpretada por Streep, y la perseverancia de Andrea Sachs, encarnada por Hathaway.
La secuela, que contará nuevamente con el guión de Aline Brosh McKenna, promete retomar estos elementos icónicos.
La actriz de Oppenheimer, Emily Blunt se convierte en esencial para la continuidad de la historia. La relación entre Priestly y Charlton será central en la nueva narrativa, donde ambas deberán decidir si colaboran o compiten en un entorno empresarial cada vez más desafiante.
La dinámica entre las actrices, quienes han expresado su aprecio por la película original, sugiere que su participación sería un atractivo significativo para los seguidores de la saga. También estaría confirmado el regreso de Stanley Tucci, pieza clave en la industria de Priestly.
El Diablo viste a la moda, basada en la novela de Lauren Weisberger, generó especulaciones sobre su inspiración en la editora de Vogue, Anna Wintour.
Sin embargo, Weisberger nunca confirmó esta conexión, a pesar de haber trabajado como asistente de Wintour. Por su parte, Streep reveló que su interpretación de Miranda Priestly se inspiró en figuras masculinas como Clint Eastwood y Mike Nichols, destacando su habilidad para comunicar con autoridad sin elevar la voz.