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El Gobierno francés pide no hacer generalizaciones sobre la Policía por un caso concreto

REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El portavoz del Gobierno de Francia, Olivier Véran, previno este domingo contra hacer generalizaciones sobre la Policía gala a raíz del caso de la muerte del joven Nahel en un control de carretera y aseguró que allí donde hay abusos la Justicia lo investiga. 

«Atención a no hacer generalizaciones a partir de una situación particular. Ese es el mensaje, yo creo, que nuestras fuerzas de seguridad que están movilizadas sobre el terreno necesitan oír», defendió Véran en una entrevista.

Consultado sobre el uso de  la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad, especialmente desde un cambio legal que amplió los usos justificados de las armas en 2017, el portavoz gubernamental recalcó que «allá donde hubo fallos, allá donde fue excesivo, allá donde fue inadecuado, hay una investigación de la Inspección General y la justicia está ahí».

Esta postura ya la había recalcado también el viernes el Ejecutivo de Emmanuel Macron después de haber recibido reproches de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, reclamando abordar seriamente «los profundos problemas de racismo y discriminación» de las fuerzas del orden, algo que París rechazó de plano.

Pero sobre la muerte de Nahel, el menor de ascendencia árabe que murió por un disparo policial el pasado martes en Nanterre, Véran remarcó que es «evidentemente un drama humano que necesita una respuesta de la Justicia».

Véran también hizo un repaso de la situación en el país tras estas cinco noches consecutivas de disturbios -mayoritariamente protagonizados por jóvenes, incluso de hasta 13 años- y sobre las condiciones de desigualdad y de falta de oportunidades en muchos barrios populares que han funcionado como caldo de cultivo para esta violencia.

En ese sentido, defendió las medidas tomadas por Emmanuel Macron en los últimos cinco años y subrayó: «No entiendo cómo niños de 12 años pueden estar a las 3 de la madrugada en medio de una ciudad, muy lejos de casa, con una barra metálica en las manos».

En paralelo a estas declaraciones, la primera ministra, Élisabeth Borne, y el ministro de Interior, Gérald Darmanin, se desplazaron hasta la localidad de L’Haÿ-les-Roses (en la periferia sur de París), cuyo alcalde, Vincent Jeanbrun, sufrió esta noche un grave ataque en su residencia familiar en el contexto de los disturbios.

Mientras él trabajaba en el Ayuntamiento, unos individuos a los que se busca por intento de asesinato lanzaron un coche en llamas contra la casa, en la que se encontraban sus hijos de 5 y 7 años y su esposa.

Uno de los niños tuvo que ser atendido por lesiones, al igual que la madre, con una fractura en la pierna.Durante la pasada noche, al menos 719 personas fueron detenidas, 45 policías resultaron heridos, hubo 871 incendios en la vía pública y desperfectos en 74 edificios, de acuerdo al último balance oficial disponible.

Pese a lo abultado aún de las cifras, el Ministerio de Interior ha confirmado que esta noche fue «más tranquila» que las precedentes.Esta tarde, Macron tiene previsto hacer una evaluación de la situación en el Elíseo junto a algunos de sus ministros, a partir de las 19.30 horas (17.30 GMT).

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