REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El ojo del huracán Ian podría tocar tierra en la costa oeste de Florida, en algún punto cercano a la ciudad de Tampa, con vientos máximos sostenidos de sobre 120 millas por hora (mph), según el pronóstico a corto plazo del Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés).
Se trata de la primera vez en poco más de un siglo que la bahía de Tampa está amenazada por el azote de un huracán intenso (categoría 3 a 5 en la escala de vientos Saffir-Simpson), desde que un huracán (que no fue nombrado) impactó dicha región con vientos de 115 mph el 25 de octubre de 1921. Según los archivos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) el ojo de ese huracán tocó tierra en el área de Palm Harbor a las 4:00 p.m. de dicha fecha.
Los ciclones tropicales en la cuenca del océano Atlántico comenzaron a ser nombrados por el NHC a partir del 1953.
Sin embargo, Ian aumentará su campo de vientos y de nubes en las próximas horas, por lo que, independientemente del lugar exacto donde entre su ojo, gran parte del estado de Florida experimentará impactos asociados al ciclón como, por ejemplo, vientos sostenidos de fuerza de huracán y de tormenta, inundaciones, lluvias en exceso, tornados y marejada ciclónica.
“No preste atención al centro exacto del sistema. Es posible que se acumulen entre 10 a 15 pulgadas de lluvia, con acumulaciones más altas en áreas aisladas. Para poner esto en perspectiva, en un día típico de verano en Florida con tronadas fuertes se reciben tan solo una pulgada de lluvia”, resaltó el director del NHC, Jamie Rhome.
“Es imperativo que las personas en Florida se tomen esta amenaza en serio y comiencen a responder a las órdenes de evacuación”, agregó durante una transmisión en vivo.
Ian impactó el oeste de Cuba esta madrugada como un huracán categoría 3 con vientos máximos sostenidos de 125 mph. Sin embargo, una vez se ubique sobre aguas del golfo de México experimentará otra rápida intensificación que podría dar paso a que aumente sobre 15 mph la velocidad de sus vientos para convertirse en huracán categoría 4.
“Ya estaría entrando al área de la Florida en algún punto cerca de Tampa ya mañana en la noche o en tempranas horas de la mañana del jueves. Todo el estado de la Florida estará recibiendo algún impacto asociado con este huracán”, señaló la meteoróloga Glorianne Rivera Santiago, quien labora en el Servicio Nacional de Meteorología (SNM) en San Juan.
La experta indicó que ya los efectos de Ian comenzaron a sentirse en la península de Florida, específicamente en Miami, donde ha estado lloviendo fuerte desde la noche de ayer, lunes.
“Les exhortamos a los hermanos puertorriqueños que se encuentran en las áreas de Tampa, St. Petersburg, Lakeland, Ocala y Orlando que continúen monitoreando el progreso de este sistema en las próximas horas”, apuntó la meteoróloga.
“Se espera que este huracán entre como categoría 2 o 3 al área de Tampa, lo que no está claro todavía es por dónde exactamente entrará este sistema. Pero sí la tendencia es clara en que el sistema va a impactar el área de la Florida”, abundó.
Al momento de esta publicación, el gobierno de Florida emitió múltiples órdenes de evacuación obligatoria en los siguientes condados: Charlotte, Levy, Sarasota, Hillsborough, Pinellas y Pasco.
Mientras, los condados de Hernando, Manatee, Lee, y Collier también tenían órdenes de evacuación, pero bajo carácter voluntario.
Para más detalles de qué áreas son propensas a evacuaciones o ya están bajo alguna orden obligatoria puede consultar el portal de floridadisaster.org.
Las evacuaciones en el oeste de Florida no se deben solo a la fuerza de los vientos sostenidos de Ian, sino también al impacto potencial de las marejadas ciclónicas que producirá el ciclón.
Desde la Bahía de Tampa hasta Charlotte, la marejada ciclónica podría fluctuar entre 5 a 10 pies de altura, mientras que el resto de la costa oeste podría recibir entre 3 a 8 pies.
La marejada ciclónica es el oleaje por encima del nivel del mar que produce un huracán o una tormenta fuerte. Este efecto consiste en el aumento súbito del oleaje que provoca inundaciones tierra adentro en las costas.