El origen histórico de la Navidad
REDACCIÓN- La Navidad es una festividad de origen cristiano que sirve para conmemorar el nacimiento en Belén del niño Jesús. Se celebra el 25 de diciembre en la Iglesia católica, algunas comunidades protestantes, en la Iglesia anglicana y en la mayoría de Iglesias ortodoxas.
El término de Navidad procede del latín nativĭtas, nativātis, cuyo significado es nacimiento. Se utiliza para hacer referencia al día del nacimiento de Jesús, y también se usa para designar todo el periodo posterior hasta alcanzar el Día de Reyes.
Tanto el origen como lo que representa la Navidad difieren según la festividad de cada lugar. El 25 de diciembre es una fecha muy significativa desde la antigüedad, ya que se celebraba durante el solsticio de invierno, que tiene lugar en el hemisferio norte a partir del 21 de diciembre.
Aun así, la adopción del 25 de diciembre se realizó varios siglos después, comenzando por el testimonio en el año 221 de Sexto Julio Africano sobre la fecha de nacimiento en Judea, así como el calendario litúrgico filocaliano del año 354 después del nacimiento de Cristo.
Pese a que se suele hacer referencia al origen religioso y cristiano de la Navidad por la conmemoración del nacimiento de Jesucristo, también es necesario hablar del origen pagano de la festividad. Incluso tras el nacimiento del niño Jesús, la Navidad se siguió celebrando en torno a la figura implantada por los romanos de Saturno.
Así pues, los romanos celebraban la fiesta conocida como Saturnalia, un festival en el que honraban al dios Saturno y que representaba el solsticio de invierno. Solían ser fiestas de excesos y en las que se invertía el orden social establecido: no se castigaban estos excesos, las cortes de justicia quedaban cerradas y se llevaban a cabo intercambios de regalos pequeños, los cuales recordaban a los actuales regalos navideños.
Cuando la religión cristiana logró imponerse en el Imperio Romano, el rey Justiniano fue el encargado de declarar la Navidad como unas fiestas cívicas. Poco duró la compostura, ya que durante la Edad Media estas fiestas navideñas se convirtieron en fechas para beber y estar de fiesta desde primera hora del día hasta la noche.