Redacción.- El Gobierno británico dará mayores poderes a los bancos para retrasar e investigar pagos que puedan proceder de un fraude o una estafa, con el fin de conseguir una mayor protección para los consumidores.
En un comunicado, el departamento del Tesoro explicó que este jueves se presentarán nuevas leyes que prolongarán en 72 horas adicionales el tiempo que los pagos pueden ser retrasados cuando haya motivos razonables para sospechar que son fraudulentos.
Esa extensión del plazo para investigar permitirá que las entidades puedan «romper el hechizo» de los estafadores sobre sus víctimas en un tipo de delitos que alcanzó los 460 millones de libras (550 millones de euros) el año pasado.
Según el comunicado, las estafas suponen un tercio de los delitos penales cometidos en Inglaterra y Gales, lo que las convierte en «la forma más prevalente» de delincuencia.
Esto ha aumentado por el creciente número de fraude en compras y la aparición de las «estafas románticas», en las que los delincuentes engañan a personas vulnerables para que les transfieran cantidades de dinero.
Al dar 72 horas adicionales a los bancos, se expande el plazo actual para procesar o rechazar un pago que ahora mismo termina al final del siguiente día laboral.
La secretaria de Estado del Tesoro, Tulip Siddiq, enfatizó la «necesidad de proteger mejor a la gente», por lo que el Gobierno ahora da más tiempo a las entidades «para romper el hechizo criminal que tejen los estafadores».
Los bancos que hallen «motivos razonables» para sospechar que un pago es fraudulento tendrán que informar a los clientes de que éste ha sido suspendido y también explicar qué debe hacer para desbloquear ese pago