Redacción.- Elon Musk demandó a OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT, y a su CEO, Sam Altman, entre otros, alegando que habían abandonado la misión original de la empresa de desarrollar inteligencia artificial (IA) “en beneficio de la humanidad” y no con fines de lucro. La demanda es por violación de contrato.
Según la demanda presentada a última hora del jueves, Altman y el cofundador de OpenAI, Greg Brockman, propusieron a Musk crear una empresa de código abierto sin fines de lucro.
El hecho de que la empresa, respaldada por Microsoft, se centrara en ganar dinero incumplió ese contrato, según afirman los abogados de Musk en la demanda presentada en San Francisco. Añadieron que la empresa había mantenido el diseño de GPT-4, su modelo de IA más avanzado, “en completo secreto”.
Musk está recaudando dinero para lanzar el startup de una empresa competidora llamada xAI.
Hasta el día de hoy, el sitio web de OpenAI Inc. sigue afirmando que su objetivo es garantizar que la inteligencia artificial “beneficie a toda la humanidad”, dice la demanda. “En realidad, sin embargo, OpenAI Inc. se ha transformado en una filial de facto de código cerrado de la mayor empresa tecnológica del mundo: Microsoft”.
En la demanda, Musk apuntó a la reestructuración de la dirección de OpenAI el año pasado, un periodo tumultuoso durante el cual Altman fue destituido como CEO y rápidamente restituido con el apoyo de Microsoft. Musk argumentó en la demanda que Altman, Brockman, y Microsoft trabajaron juntos para expulsar a la mayoría del consejo de la startup, que había sido responsable de hacer cumplir su misión original de desarrollar tecnología en beneficio de la humanidad.
“Altman eligió a dedo un nuevo consejo que carece de conocimientos técnicos similares o de cualquier experiencia sustancial en la gobernanza de la IA, que el consejo anterior tenía por diseño”, dice la demanda. “El nuevo consejo estaba formado por miembros con más experiencia en empresas con ánimo de lucro o en política que en ética y gobernanza de la IA. Al parecer, también eran ‘grandes admiradores de Altman’”.
Desde que presentó ChatGPT y GPT-4, el gran modelo lingüístico que impulsa el chatbot, OpenAI ha desencadenado una oleada de adopción de IA en empresas de todo el mundo. Microsoft fue sido una de las empresas más agresivas a la hora de incorporar la tecnología a su amplia gama de servicios en la nube y empresariales.
Musk cofundó OpenAI en 2015, pero abandonó su directorio en 2018. También dirige el fabricante de vehículos eléctricos Tesla y el fabricante de cohetes SpaceX, y compró Twitter por USD 44.000 millones de dólares en octubre de 2022.
El año pasado, Altman fue despedido por la antigua dirección de OpenAI, que dijo que estaba tratando de defender la misión de la compañía de desarrollar IA que beneficie a la humanidad. Pocos días después, volvió a la empresa.
OpenAI tiene previsto nombrar a varios nuevos miembros del directorio en marzo, según informó el jueves The Washington Post.
ChatGPT, el chatbot de OpenAI, se convirtió en la aplicación de software de mayor crecimiento en el mundo a los seis meses de su lanzamiento en noviembre de 2022. También provocó el lanzamiento de chatbots rivales de Microsoft, Alphabet y un grupo de empresas emergentes que aprovecharon el revuelo para conseguir miles de millones en financiación.