SANTO DOMINGO.- En ocasión del Día Mundial del Bebé Prematuro, como parte de las actividades de la Semana de Concienciación para Prevención del Parto Precoz, el viceministro de Salud Colectiva, Eladio Pérez, llamó a las embarazadas a no descuidar sus chequeos prenatales, ya que el 8 % de los partos en el país son de bebés prematuros.
Las dificultades de la prematuridad componen la principal causa de muerte en el periodo neonatal. En la región de Latinoamérica, alrededor de 1,2 millones de nacimientos ocurren en forma prematura. Los bebés que nacen bajo esta condición requieren de atención especializada y cuidados específicos que les permitan sobrevivir, crecer y desarrollarse saludablemente.
“A nivel internacional tenemos unos 15 millones de bebés que nacen prematuros, una situación bastante común a nivel internacional y, en el caso de la República Dominicana, ocho de cada 10 son prematuros”, afirmó Pérez.
El nacimiento prematuro se considera un problema de salud pública, por la complejidad que representa para la madre y los bebés que tienden a padecer complicaciones cardíacas, cerebrales, visuales, auditivas, de control de temperatura, gastrointestinales, sanguíneas, metabólicas y del sistema inmunitario.
Del mismo modo, advirtió que “la prematuridad está asociada con la mortalidad, sobre todo cuando hablamos del virus sincitial respiratorio”.
A partir de enero de 2023, el Ministerio de Salud comenzará a aplicar anticuerpos monoclonales (Palivizumab) en los 17 hospitales donde funciona el programa Mamá Canguro para prevenir este virus en los neonatos menores de 37 semanas de gestación al momento de nacer.
El viceministro resaltó que el ministerio ya cuenta con la adquisición de una primera partida del medicamento y la aplicación se hará en coordinación con el Servicio Nacional de Salud (SNS), asumiendo el compromiso del Estado dominicano de garantizar la vida, la supervivencia y el desarrollo de todos los niños y niñas en el territorio nacional.
“Las complicaciones relacionadas con la prematuridad, constituyen la principal causa de defunción en los niños menores de cinco años, ya que alrededor del 80 por ciento de las muertes infantiles ocurren durante el período neonatal, sin embargo, tres cuartas partes de esas muertes podrían prevenirse con intervenciones actualizadas y costo efectivas”, apuntó Pérez.
También se resaltó el impacto emocional que tiene en una familia el nacimiento de un bebé prematuro por el gran reto que representa, debido a la alta demanda de atención y cuidados que necesita el infante, así como la gran cantidad de recursos que consumen en clínicas y hospitales, ya que generalmente duran varias semanas internados antes de poder ser dados de alta.
Del mismo modo, la importancia de la leche materna, especialmente durante los primeros días de vida, para que el bebé pueda ganar peso y crear vínculos afectivos con la madre.
Pérez pidió a todas las embarazadas a no descuidar sus chequeos mensuales para poder diagnosticar cualquier condición de manera oportuna.
Cada año, en el mundo, mueren cerca de 1 millón de niños prematuros. Las estadísticas mundiales calculan que tres cuartas partes de esos niños prematuros podrían sobrevivir si tuvieran acceso a cuidados eficaces y con frecuencia económicos, como apoyo para la lactancia y atención básica para las infecciones y las dificultades respiratorias, es decir con un programa adecuado como lo hace el método Mamá Canguro.
Un informe que incluye estimaciones actualizadas de la OMS y UNICEF, preparadas con la London School of Hygiene and Tropical Medicine, sobre la prevalencia de los nacimientos prematuros, constata que las tasas de nacimientos prematuros no han cambiado en ninguna región del mundo en la última década, con 152 millones de bebés vulnerables nacidos demasiado pronto entre 2010 y 2020.