REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La muerte por estrangulamiento de un hombre a manos de otro pasajero en el metro de Nueva York provocó intensas reacciones, y algunos calificaron el hecho como un acto criminal y racista, aunque las autoridades se reservaron su juicio sobre el incidente.
Los fiscales de Manhattan prometieron una “rigurosa” investigación sobre la posibilidad de presentar cargos por la muerte de Jordan Neely,
El hombre de piel negra que fue derribado por otros pasajeros y al que un veterano de la Marina de raza blanca le aplicó una llave de asfixia.
El forense determinó el miércoles por la noche que Neely, de 30 años, murió por compresión en el cuello.
Señaló que cualquier decisión sobre culpabilidad penal quedará en manos del sistema legal.