SANTO DOMINGO.- El director del departamento de Salud Mental, Alejandro Uribe, ha declarado que hasta la fecha, no se han encontrado pruebas fehacientes que confirmen el consumo extendido de fentanilo en el país. Tras un exhaustivo levantamiento de información en diferentes instituciones y Unidades de Intervención en Santo Domingo, Santiago y San Francisco de Macorís, Uribe no ha logrado determinar una presencia significativa de esta droga en la población.
Durante sus investigaciones, el psiquiatra recibió información de Hogares Crea, donde se mencionó que habían tratado a dos pacientes que podrían haber consumido fentanilo. Sin embargo, por respeto a la ética profesional, no se pudieron proporcionar mayores detalles ni ponerlo en contacto con los afectados. «Uno los considera como casos probables porque nosotros no pudimos confirmar si lo eran o no, independientemente de la confiabilidad que tenga (Hogares Crea)«, afirmó Uribe.
Asimismo, el director de Salud Mental encontró dos casos adicionales relacionados con el fentanilo: un anestesiólogo que habría presentado adicción hace meses y un paciente adicto que vino de Estados Unidos a República Dominicana para recibir tratamiento de desintoxicación.
A pesar de la falta de evidencia concreta, Uribe destacó que no subestima el problema del fentanilo, aunque advirtió sobre las posibles consecuencias de divulgar información no verificada. «El problema del fentanilo no es si hay un caso o dos, porque, yo creo que un solo caso es mucho», afirmó el especialista en salud mental.
Uribe también abordó las preocupaciones sobre el incentivo al consumo debido a la cobertura mediática del tema. Según él, hasta el momento, organismos como el Inacif, el Consejo Nacional de Drogas, Aduana, la DEA y algunos laboratorios no han confirmado el uso generalizado de fentanilo en República Dominicana. No obstante, resaltó que es importante seguir tomando precauciones y concientizar sobre los riesgos asociados con esta droga.
En cuanto al acceso a fentanilo, el director de Salud Mental explicó que su distribución está estrictamente controlada y solo se despacha a médicos mediante recetas rigurosas.