ESTADOS UNIDOS. El gobernador de Florida (EE.UU.), Ron DeSantis, fijó para el próximo 3 de octubre la ejecución de Michael Duane Zack III, quien fue arrestado en 1996 tras cometer un doble asesinato en la costa noroeste de este sureño estado.
A Zack se le aplicará la inyección letal a las seis de la tarde (22.00 GMT) de ese día, según la orden firmada por DeSantis la noche del jueves. Será la sexta ejecución en Florida en lo que va de año.
De acuerdo con documentos de la corte, el sentenciado fue arrestado en junio de 1996 tras matar a Laurie Rosillo y Ravonne Smith en el Panhandle (noroeste) floridano, en el transcurso de una escalada criminal por las que fue hallado culpable de asesinato en primer grado por ambos casos.
Zack fue sentenciado a cadena perpetua por la muerte de Rosillo y a la pena capital por la de Smith.
Según documentos judiciales, el hombre vivía en Tallahassee, la capital de Florida, pero se dirigió en un vehículo prestado hasta Panama City, tras lo cual robó a un constructor dinero y armas que luego empeñó.
En Okaloosa Island conoció a Rosillo, a la que luego estranguló hasta matarla y abandonó su cuerpo en la playa.
Posteriormente, se trasladó hasta Pensacola Beach, donde conoció a Smith, una trabajadora del bar Dirty Joe y con la que acabó en el domicilio de la mujer. Una vez dentro de la casa, golpeó a la víctima en la cabeza, la violó y finalmente acuchilló en el pecho.
Tras el crimen, Zack robó de la vivienda un televisor y otros artículos electrónicos que luego trató de empeñar en Panama City, poco después de lo cual fue arrestado por la Policía.
En septiembre de 1997, un jurado declaró a Zack culpable de asesinato en primer grado, además de robo con arma de fuego y agresión sexual.
Desde entonces, sus abogados han intentado sin éxito apelar la sentencia bajo el argumento de que el condenado sufre de estrés postraumático y discapacidades intelectuales.
La orden del gobernador se da luego de que a comienzos de este mes Florida ejecutara a James Phillip Barnes, de 61 años, por el asesinato en 1988 de la enfermera Patricia Miller en el apartamento de la mujer en Melbourne, localidad en la costa atlántica de este estado.
Previamente, fueron ejecutados en Florida Duane Eugene Owen, en el mes de junio de este año; Darryl B. Barwick, en mayo; Louis Bernard Gaskin, en abril, y Donald Dillbeck en febrero.
De concretarse la ejecución de Zack, será la número 105 desde que en 1976 se restableció la pena capital en Florida, donde actualmente hay 300 presos en el «corredor de la muerte», tres de ellos mujeres.
Desde 1973, más de 190 personas han sido liberadas del corredor de la muerte en EE.UU. por evidencias de su inocencia, siendo Florida, con 30 exonerados de la pena capital, el estado con mayor número, seguido de Illinois (22) y Texas (16).
Será también la octava ejecución que se realice en Florida durante el mandato del gobernador DeSantis, quien sacó adelante una reforma judicial que permite la mayoría simple, y no la unanimidad, para la imposición de la pena capital en este estado.
Esta reforma suele ser uno de los mensajes durante su actual campaña para la nominación republicana de cara a las elecciones presidenciales de 2024, en las que, según encuestas, el expresidente Donald Trump es el claro favorito entre los conservadores