REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Los rescatistas trasladaban el jueves los cadáveres de los migrantes muertos a camiones refrigerados en tierra mientras en el mar continuaba el operativo para dar con posibles sobrevivientes de un trágico naufragio en el sur de Grecia. Se teme que cientos de personas sigan desaparecidas.
Se han recuperado al menos 78 cuerpos luego de que un barco de pesca abarrotado de migrantes que trataba de llegar desde Libia a Italia naufragó y se hundió en la víspera en aguas profundas frente a la costa griega.
Los rescatistas salvaron a 104 pasajeros, entre los que había egipcios, sirios, paquistaníes, afganos y palestinos pero las autoridades temen que pueda haber cientos de atrapados bajo la cubierta. Si se confirma, sería una de las peores tragedias registradas nunca en el Mediterráneo central.
Tras un recuento de los cadáveres durante la noche, las autoridades rebajaron la cifra de decesos confirmados desde los 79 previos.
“Los sobrevivientes se encuentran en una situación muy difícil. Ahora mismo están en shock”, dijo Erasmia Roumana, jefa de una delegación de la agencia de refugiados de Naciones Unidas, tras reunirse con los rescatados en un hangar de almacenamiento en Kalamata, una ciudad portuaria del sur del país.
“Quieren ponerse en contacto con sus familias para decirles que están bien y no dejan de preguntar por los desaparecidos. Muchos tienen amigos y familiares en paradero desconocido”, agregó.
Grecia declaró tres días de luto y los políticos suspendieron la campaña electoral para los comicios generales del 25 de junio. Un fiscal del Tribunal Supremo ordenó una investigación para determinar las circunstancias de las muertes.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que estaba “profundamente entristecida” por la tragedia y se comprometió a reforzar la cooperación entre la Unión Europea y los países vecinos para tratar de perseguir más a los traficantes de personas.
Pero los grupos de defensa de los derechos humanos sostienen que era represión obliga a los migrantes y refugiados a tomar rutas más largas y peligrosas para llegar a países seguros.
El operativo de búsqueda al sur de la región griega del Peloponeso no logró localizar más supervivientes ni cadáveres durante la noche y las primeras horas del jueves.