El dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Guido Gómez Mazara, dijo esperar que, a partir del próximo 27 de abril, cuando un tribunal se pronuncie en torno a la forma de votar en esa organización política, la mayoría de los dominicanos entienda que se tiene una institucionalidad robusta, fuerte, decidida, y que limita las ambiciones, los excesos de gente que cree que desde el poder se puede todo.
Gómez Mazara también espera que los tentáculos del poder no sigan empujando al Tribunal Superior Electoral (TSE) en una dirección distorsionada, porque no es posible que en el siglo XXI el poder de la política se imponga sobre el derecho.
Durante un discurso grabado que ya circula con profusión en las redes sociales, dirigido a la militancia perremeísta y a todo el pueblo dominicano, el político se declaró como un político con una profunda fe en la democracia y sus instituciones, que espera que respeten el TSE, y que, sobre todo, no borren de una vez y para siempre un anhelo tan válido para José Francisco Peña Gómez: el derecho de las bases del partido a votar.
Para el dirigente del PRM, la sentencia del TSE estará inspirada en principios y normas, en precedentes de carácter jurídico en del mismo TSE.
El doctor Gómez Mazara confió en que sean las bases del partido quienes con sus votos construyan el perfil de la autoridad institucional de quienes en los próximos cuatro años dirigirán el PRM. “No desfallezcamos ni un instante en esa lucha que hemos llevado a cabo por tantos años”, puntualizó.
Saltará obstáculos como Peña Gómez
Recordó que sabe más que nadie que la lucha democrática ha costado sangre, sudor y lágrima, y que, al igual que su referente, José Francisco Peña Gómez, él será capaz también de saltar todos los obstáculos que siempre sus adversarios les pongan para salir airoso.
A su juicio es una norma que la fuerza del talento y las virtudes democráticas siempre se impongan.
El dirigente político explicó que, en esencia, el PRM se comprometió ante la sociedad dominicana a no calcar los vicios y acciones antidemocráticas, propias de la antigua casa, y que humildemente hizo su contribución para, no solo a reducir sustancialmente la vieja casa, sino ayudar a desplazar al PLD del poder.
“Sin embargo el desafío de un cambio no se reduce al eslogan de una campaña, un cambio es sobre todo cuando transforma el instrumento que nos condujo a la victoria”, dijo.
Entre los retos que tiene la militancia y dirigencia perremeístas citó el seguir empujando el cambio democrático a lo interior del partido, ya que no pueden tener un nuevo partido que calque los viejos vicios de la casa que abandonaron.
Estimó que el verdadero cambio se dará cuando las mayorías electorales expresadas en el pasado proceso también vean y perciban que el instrumento partido, el PRM, también empuja los cambios.
Según Gómez, de lo que trata ahora es desterrar las viejas mañas, y abocarse al mérito del voto directo, universal y secreto y que cada miembro registrado en el partido “tenga el derecho al voto, y eso no tiene marcha atrás”.
Guido, quien es candidato a la presidencia del PRM con mayores puntajes según distintas encuestas, acusó a muchos de sus compañeros de desafortunadamente interpretar la democracia en función de los acomodos y las coyunturas.
Volvió a calificar como inconcebible que un partido que tiene registrado 1,8 miembros en el padrón electoral, 2,400 decidan la suerte de sus autoridades.
Conculcar el derecho de las bases, al tratar de imponer el interés social sobre la base de ofrecer un empleo no es democrático, ni moderno y los coloca como organización política en una situación de profundad contradicción”, afirmó.
El dirigente perremeísta que se ha proclamado un defensor del derecho de las bases, dijo que cuando depositó su reclamo en el TSE lo hizo para que la democracia no sea conculcada en el PRM, y que lo hizo con dignidad, respeto y decoro.
Criticó a aquellos que dejan de lado sus convicciones por la fuerza de un decreto, y espera que aquellos que le susurran inconformidades, que cuando el TSE de manera democrática, reitere que los partidos políticos no tienen propietarios, se encuentre, ya que reconoce el derecho que tienen todos de discrepar.