SANTO DOMINGO, RD- Desde hace semanas inició la rebelión social por un cambio de gobierno en Haití, pero los últimos dos días el enardecimiento explotó masivamente. Las próximas horas serán aún más cruciales para el destino de ese país, donde se busca posicionar ilegalmente un nuevo gobernante.
Haití se revienta en protestas anti Gobierno en cada uno de sus rincones, y esta sublevación podría marcar el inicio de una guerra civil, porque, aun con amenazas de un golpe de Estado, el jefe Gobierno se sigue jugando la cabeza, a sabiendas de que a partir de este miércoles su mandato pierde toda legitimidad.
A grito de fuera Henrry multitudes enardecidas toman las calles de las principales ciudades haitianas.
A bombazos, opositores, exmilitares y civiles fueron impedidos de llegar a la casa del primer ministro como era su propósito.
Con la promesa de tres comidas al día, salud, educación y paz están siendo motivados los llamamientos a la revolución del exlíder rebelde haitiano Guy Philippe.
Históricamente, los haitianos exigen de cualquier forma la salida de los gobernantes cuando se les cumple su período de 5 años, y mañana 7 de febrero marca el final del mandato de Ariel Henrry, nombrado primer ministro por el extinto, Jovenel Moïse, dos días antes de su asesinato.
Esta insurrección podría provocar un éxodo masivo al territorio dominicano.
Aunque sectores afirman estaría en juego la seguridad nacional, el presidente Luis Abinader aseguró que el Gobierno está vigilante a la situación, aunque no precisó si se tomarán medidas preventivas.
Las últimas horas los manifestantes paralizaron totalmente la capital, Puerto Príncipe y provincias como Les Cayes, Gonaïves y Juana Méndez. Para mañana se espera se expanda al país.