Redacción. − Tokio celebra este jueves una de las festividades más populares del mundo, Halloween, con grandes restricciones y un mayor despliegue policial en distritos como Shibuya y Shinjuku debido a altercados en ediciones anteriores provocados por las grandes multitudes que se congregaban.
Jóvenes locales y turistas se reúnen cada 31 de octubre en estos barrios tokiotas para mostrar sus disfraces y disfrutar de la extravagancia de una festividad que ha ganado mucha importancia en el archipiélago nipón.
El distrito de Shibuya, el destino más habitual de las celebraciones de esta fiesta en la capital, teme que la gran cantidad de personas que se reúna en Halloween provoque accidentes y problemas relacionados con el consumo de alcohol, por lo que ha pedido a la gente que evite acudir a la zona de la estación.
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Los silbatos y las porras luminosas de los policías desplegados en la zona guiaban a los transeúntes este jueves en un intento de controlar a la multitud, en un barrio que se mostraba mucho menos concurrido que años anteriores.
«Prohibidos los actos de Halloween en las calles de Shibuya» y «Prohibido beber en la calle», señalan los carteles rojos y blancos colocados cerca del emblemático paso de peatones del barrio, en respuesta a las quejas sobre la basura y el ruido generados por las grandes aglomeraciones en los últimos años.
La estatua de Hachiko, uno de los monumentos más visitados del distrito en honor al fiel y emblemático perro, ha sido cubierta con lonas y cintas adhesivas desde este miércoles hasta el viernes, como medida preventiva contra posibles actos de vandalismo.
El gobierno de Shinjuku, distrito vecino y otro de los núcleos comerciales y de ocio de Tokio, donde se encuentra el barrio rojo de Kabukicho, decidió este año prohibir también el consumo de alcohol solo en fechas señaladas como Halloween o Año Nuevo.
Las dos medidas buscan combatir las multitudes que se reúnen durante la festividad y se ha pedido a las tiendas y otros comercios de la zona que se abstengan de vender alcohol, además de enviar un mayor número de patrullas para «instruir» a la gente a no beber en la calle.
Las autoridades locales han estado en alerta desde que el 29 de octubre de 2022 una aglomeración matara a más de 150 personas en el distrito de ocio de Itaewon, en Seúl, después de que decenas de miles de personas se reunieran para participar en las celebraciones de Halloween.