Haití.- Un hospital de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), ubicado en la capital de Puerto Príncipe, Haití, suspendió sus actividades tras hombres armados ingresar al centro la noche del jueves y llevarse a un paciente herido de balas, cuando se encontraba en el quirófano en medio de una operación.
El asalto tuvo lugar el jueves por la noche en un hospital situado en la zona de Tabarre. Inicialmente, dos hombres llegaron las instalaciones fingiendo a una emergencia y, una vez abiertas las puertas, una veintena de personas con la cara cubierta entraron para llevarse a otro paciente que había llegado previamente con heridas graves.
«¿Cómo se supone que vamos a poder seguir prestando asistencia en este contexto?», se ha preguntado el director de programas de MSF en Haití, Mahamad Bachard Iro, que ha denunciado una falta absoluta de respeto por la vida humana en plena escalada de violencia, sin tener en cuenta a personas «vulnerables, enfermas o heridas».
Iro ha confirmado que la suspensión de las actividades durante un tiempo, a la espera de evaluar las condiciones para una posible reapertura, y ha señalado que los asaltantes amenazaron con matar a los propios trabajadores, que necesitan «algo de respiro». No es la primera vez, puesto que MSF ya se vio obligado a cancelar de manera temporal o definitiva la atención en otras clínicas, pese a que mantiene su compromiso de seguir ayudando a la población haitiana.
La ONU estima que 5,2 millones de personas, entre ellas casi tres millones de niños, necesitan ayuda humanitaria, mientras que 4,9 millones sufren inseguridad alimentaria. La violencia, que se ceba especialmente con Puerto Príncipe, ha provocado el desplazamiento de casi 128.000 personas y sigue sumando víctimas de manera diaria –desde abril, se han documentado más de 260 asesinatos de supuestos pandilleros.