Redacción.- Los restos humanos hallados el pasado viernes en la boca de un enorme caimán en Florida (EE.UU.) pertenecen a una mujer de 41 años identificada como Sabrina Peckham, aunque por el momento se investiga la «manera y causa» de esta muerte, según han informado las autoridades.
De acuerdo con un comunicado difundido en las últimas horas por la oficina del alguacil de condado de Pinellas, en la costa oeste del Florida, una investigación ha revelado la identidad de la mujer, aunque los forenses aún no han podido determinar cómo ocurrió este suceso.
Desde el pasado viernes, las autoridades de Florida investigaban el supuesto ataque fatal de un caimán de casi 4 metros a una persona en una zona próxima a un canal de la localidad de Largo, en el condado de Pinellas.
La oficina del alguacil de este condado informó en un comunicado de que varios agentes se desplazaron a un área donde hallaron el cuerpo sin vida de una persona entonces sin identificar y que se trató del ataque de un caimán de casi 4,2 metros.
En la investigación participó también la Comisión para la Conservación de la Pesca y la Fauna de Florida (FWC), organismo que confirmó que el incidente «involucró a un caimán», mientras imágenes aéreas de medios locales mostraban a numerosos agentes del orden en la zona de Ridgecrest, próxima a un canal, donde se hallaba un cuerpo cubierto por una lona amarilla.
En otras imágenes se apreciaba un gran caimán prácticamente en el arcén de una carretera de la zona y numerosos policías y agentes de FWC alrededor del animal.
El comunicado de la policía local detalló que se trataba de un caimán macho de casi cuatro metros, que fue «sacrificado humanamente y retirado de la vía fluvial».
Según una publicación en Facebook de Breauna Dorris, que se ha identificado como la hija de Peckham, su madre formaba parte de una «población sin hogar que vivía en la zona boscosa» cercana a donde encontraron al caimán.
«Mi madre fue víctima del ataque de cocodrilo en McCay Creek (aldea arco iris). Por favor, entienda que aún no tenemos toda la información, ya que el informe de los médicos forenses aún no ha terminado«, ha escrito Dorris.
«Algunos detalles que me gustaría compartir es que mi madre no se ‘burló’ del cocodrilo como algunos dicen en los comentarios de los medios de noticias (…) Se cree que ella pudo haber estado caminando hacia o desde su campamento cerca del arroyo en la oscuridad y el cocodrilo atacó desde el agua (…). No importa cómo lo pongas, nadie merece morir así», ha añadido.
Según recoge este lunes el medio local Fox13, en estos momentos hay en el área un «monumento improvisado» y flores que varias personas han depositado como recuerdo de la mujer fallecida.
«Nunca hubiera imaginado que un caimán estaría en esta área. Por supuesto, sé que hay un lago al otro lado de la calle y un lago en Taylor Park, pero no en este vecindario. No, nunca hubiera pensado eso«, dijo el viernes una persona que se hallaba en el vecindario al canal Fox13.
Desde que la Comisión para la Conservación de la Vida Silvestre y la Pesca (FWC) contabiliza los ataques de caimanes en el estado, en 1948, hay registros de que 26 personas han muerto como consecuencia del ataque no provocado de un caimán.
Desde 2012, sin embargo, se han registrado 106 ataques a humanos por parte de estos animales, 76 de los cuales han sido clasificados como graves por la FWC, según los registros más recientes de esta entidad.