MIAMI, Florida.- Un exdiplomático estadounidense de carrera, quien admitió haber trabajado durante décadas como agente secreto para Cuba, fue sentenciado a 15 años de prisión este viernes por la tarde como parte de un acuerdo de culpabilidad con los fiscales federales, en un caso que los fiscales describieron como una de las traiciones más descaradas en la historia del servicio exterior de Estados Unidos.
Manuel Rocha, de 73 años, se declaró culpable de defraudar al gobierno de Estados Unidos y conspirar para actuar como agente de un gobierno extranjero en un acuerdo que incluyó una sentencia de prisión de 15 años con tres años de libertad supervisada y $500,000 en multas. Aunque la jueza Beth Bloom inicialmente rechazó el acuerdo de culpabilidad por falta de restitución para posibles víctimas y la denaturalización para Rocha, aprobó el acuerdo modificado después de que se agregaran disposiciones sobre restitución y denaturalización civil.
Rocha admitió haber traicionado su juramento de lealtad a Estados Unidos y pidió perdón por el dolor causado a su familia, colegas y amigos cercanos. En febrero, Rocha acordó cambiar su declaración a culpable a cambio de que los fiscales retiraran 13 cargos, incluido fraude electrónico y hacer declaraciones falsas.
Su carrera incluyó 20 años en el Departamento de Estado, donde ocupó puestos destacados como embajador en Bolivia y Argentina. Se le acusó de actuar como agente extranjero en lugar de espionaje, lo que facilitó llegar a un acuerdo entre los fiscales y Rocha. Fue arrestado por el FBI en diciembre por actividades clandestinas en nombre de Cuba desde al menos 1981, incluidas reuniones con agentes de inteligencia cubanos y proporcionar información falsa a funcionarios del gobierno de EEUU.
Las autoridades federales investigan cómo ayudó a Cuba, mientras que una investigación de Associated Press encontró varias señales de alerta ignoradas a lo largo de los años. Su decisión de declararse culpable se produjo poco después de que la viuda de un destacado disidente cubano presentara una demanda por muerte injusta contra él, acusándolo de compartir inteligencia que facilitó el asesinato de un opositor cubano prominente.