Se conserva intacta parte de la pasarela que construyó el tirano para realizar su piscina natural en la playa de Najayo
La “Casa de Marfil”, una edificación de dos niveles que mandó a construir el dictador Rafael Leónidas Trujillo a la orilla de la playa de Najayo en San Cristóbal para verse con personas que tenían estrecho acercamiento con el dictador. Pasó de ser casa campestre a destacamento de la localidad y posteriormente a ser refugio de algunas personas sin hogar.
La edificación está distribuida en dos partes; una donde estaba el dormitorio de Trujillo y la otra donde alojaba a sus invitados. Tiene seis habitaciones con su baño y vestidor, sala, antesala, varias terrazas y balcones, un cuarto de servicio, una galería corrida, una pequeña oficina, amplios pasillos, patio trasero y delantero, cisterna y pozo.
El historiador Juan de la Cruz de la Escuela de Historia y Antropología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), sostiene que sería bueno aprovechar ese espacio para crear “la antítesis de lo que era esa casa, algo alejado a la naturaleza para la que fue construida”.
De la Cruz considera que hacer un museo en ese lugar significaría levantar «un monumento al terror y al odio» y que se puede restaurar como un espacio de libertad y a favor de los derechos de los ciudadanos y replicar la iniciativa en otros bienes que poseía el dictador en otras provincias del país.