«El deterioro de la red de carreteras, sobre todo en las aldeas aisladas de las montañas, está convirtiendo la distribución de suministros esenciales en una carrera contrarreloj», sostuvo el portavoz de la FICR, Benoit Carpentier.
«Estamos muy preocupados por las inminentes condiciones meteorológicas», reconoció.
El director de Operaciones de la Media Luna Roja Marroquí en la región de Marrakech-Safi, Mohamed En-Nosse, sostuvo que esta entidad de auxilio está movilizando «todas sus fuerzas» para asistir a quienes se han quedado sin nada antes de la llegada de las lluvias y del frío.
Para ello están colaborando con las autoridades públicas y la FICR, agregó.
La Federación señaló que las necesidades inmediatas de alimentos y agua se han cubierto gracias a la solidaridad de la comunidad, pero que el alojamiento seguro y el saneamiento siguen siendo temas de gran preocupación.
Hay numerosos asentamientos improvisados donde hay miles de familias que necesitan de todo, desde colchones hasta utensilios de cocina.
La devastación causada por el terremoto en Marruecos también ha hecho evidente la necesidad de iluminación y de medidas de seguridad que estén alimentadas por energía solar, sobre todo en zonas donde el restablecimiento de la electricidad tardará semanas, señaló la organización humanitaria.