La figura de Antonio Espaillat quedó marcada por la tragedia del Jet Set
Jet Set, bajo su propiedad, se consolidó como un lugar de referencia para la celebración, la música en vivo y el encuentro social, atrayendo a una amplia gama de público, incluyendo figuras del espectáculo y la sociedad dominicana.
SANTO DOMINGO, RD- El empresario dominicano Antonio Espaillat es conocido principalmente por ser el propietario de la discoteca Jet Set, un establecimiento icónico de la vida nocturna en Santo Domingo, durante varias décadas. Su nombre saltó a los titulares de manera trágica y prominente tras el derrumbe del techo de la discoteca un suceso que resultó en la pérdida de al menos 233 vidas y dejó a muchas personas heridas.
Antes de la tragedia, Antonio Espaillat era una figura reconocida en el ámbito del entretenimiento nocturno de la capital.
Jet Set, bajo su propiedad, se consolidó como un lugar de referencia para la celebración, la música en vivo y el encuentro social, atrayendo a una amplia gama de público, incluyendo figuras del espectáculo y la sociedad dominicana.
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Tras el devastador colapso, Espaillat está en el centro de la atención mediática y pública. En sus primeras declaraciones públicas después del suceso, expresó su profundo dolor y consternación por la tragedia, extendiendo sus condolencias y apoyo a las familias de las víctimas. Manifestó la disposición de la administración de Jet Set a colaborar plenamente y de manera transparente con las autoridades en las investigaciones para esclarecer las causas del derrumbe.
En sus comunicaciones, Espaillat también destacó la solidaridad y el apoyo recibido por parte de las autoridades, los equipos de emergencia y la ciudadanía en general durante los momentos críticos de búsqueda y rescate. Hizo hincapié en el compromiso de la «familia Jet Set» de acompañar a los afectados y de poner todos los recursos disponibles para mitigar el impacto de la tragedia.
Su respuesta y las acciones que tome en adelante serán cruciales para definir su imagen pública y para contribuir a la sanación de las heridas que dejó este lamentable acontecimiento en la sociedad dominicana.
