La matriz de TikTok asegura que no tiene planes de vender la ‘app’ pese a sus problemas en EEUU
Pekín.- ByteDance, empresa matriz de TikTok, aseguró este viernes que “no tiene intención” de vender la plataforma después de que Estados Unidos aprobara un proyecto de ley para obligar a la compañía china a deshacerse de la popular aplicación si no quiere que sea prohibida en el país norteamericano.
“ByteDance no tiene planes de vender TikTok”, señaló hoy la compañía a través de su cuenta oficial en la red social Toutiao.
A principios de esta semana, TikTok ya adelantó que impugnaría ante los tribunales esta nueva ley, que considera “inconstitucional”.
Asimismo, Bytedance aclaró que “no hay nada cierto” sobre los rumores que apuntan a que la empresa estaría explorando opciones para vender TikTok sin el algoritmo que utiliza la aplicación.
Obligación de vender en un plazo de nueve meses
El Senado estadounidense aprobó en los últimos días un proyecto de ley que obligará a la empresa china ByteDance a vender TikTok en un plazo de nueve meses si no quiere que la plataforma sea prohibida en Estados Unidos.
Los legisladores estadounidenses justifican su decisión argumentando que la plataforma representa una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos debido a la posibilidad de que el Gobierno chino acceda a los datos de los usuarios.
La comunidad de inteligencia de EE.UU. ya acusó a China de haber usado TikTok para influir en las elecciones de medio mandato de 2022 y advirtió que podría intentar interferir también en los comicios de noviembre este año por su deseo de “ampliar las divisiones de la sociedad estadounidense”.
Prohibición en EEUU
La medida cuenta con la aceptación del Senado junto con el apoyo del presidente Joe Biden, que ha declarado en varias ocasiones su intención de firmar la ley en cuanto llegue a su despacho, y coloca a TikTok más cerca que nunca de una prohibición en Estados Unidos.
Por su parte, el Gobierno chino ha criticado en varias ocasiones la “represión” contra TikTok por parte de EE.UU., asegurando que se trata de “una táctica intimidatoria” que se acabará “volviendo contra” el país norteamericano.