Los Ángeles.- Más allá de los sustos y el terror, la segunda parte de la cinta «La Monja«, dirigida por Michael Chaves, explora las entrañas de la humilde labor de un grupo de monjas en una historia que mantiene vivo el universo de «Expediente Warren«.
«La monja II» (Warner Bros. Pictures) aterriza en las salas de cine este 8 de septiembre en el marco del décimo aniversario de «Expediente Warren: The Conjuring» (2013), cuyo mundo seguirá expandiéndose con la cuarta parte de la franquicia, que ya se encuentra en proceso de preproducción.
Atraído por el personaje principal de «La monja», Chaves tomó las riendas de la segunda parte de la historia después de haber dirigido «La Llorona» (2019) y «Expediente Warren: Obligado por el demonio» (2021).
«Siempre me fascinó la monja, era mi villano favorito de este universo y tenía mucha curiosidad sobre qué podría pasar con ella. Tenía grandes ideas para hacer la película», contó el cineasta en una entrevista.
La trama de esta nueva obra se desarrolla en el año 1956, tras el misterioso asesinato de un sacerdote dentro de una iglesia, lo que da la primera señal de que el mal ha vuelto a manifestarse.
Para frenarlo, la hermana Irene tendrá que viajar a Francia y enfrentarse a Valak, un temible y despiadado demonio encarnado en el cuerpo de una monja.
El personaje demoníaco, interpretado por Bonnie Arons, hizo su primera aparición en la segunda cinta de «Expediente Warren: El caso Enfield», en 2016, y para 2018 la atemorizante monja se había ganado un lugar como protagonista de una secuela que se engloba dentro de una franquicia de la que también forma parte el filme «Annabelle«.
Portando su hábito y sin más pertenencias que un pequeño maletín con pistas del paradero de Valak, la hermana Irene, a quien da vida Taissa Farmiga, toma un tren asustada y en contra de su voluntad.