Redacción.- Las icónicas fotos del Apolo 11 son parte de la memoria de toda la humanidad. Sin embargo, aunque hayan pasado más de medio siglo, poder realizar fotografías de calidad sigue siendo un reto. Ahora, la NASA y Nikon han unido fuerzas para crear un dispositivo que no solo captura imágenes, sino que narra historias desde la superficie lunar.
La adaptación de una cámara Nikon Z9 para su uso en la Luna promete ser un hito en la historia de la exploración espacial, pero, ¿qué hace a esta cámara tan especial, y cómo se compara con las herramientas utilizadas por los astronautas del programa Apolo hace más de medio siglo?
Una colaboración histórica
En concreto lo que han hecho ha sido adaptar la cámara Z9, que cuesta más de 5.000 euros, para conseguir lo que se denomina una HULC (Cámara Lunar Universal de Mano, por sus siglas en inglés), diseñada específicamente para la exploración lunar.
Este avance representa la primera vez que una cámara de mano sin espejo se utilizará en la Luna, equipada con un visor y capacidades de vídeo para capturar tanto imágenes fijas como vídeos en un solo dispositivo.
Los equipos del Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA y de Nikon han comenzado a trabajar en los ajustes necesarios para hacer frente a los retos únicos del entorno lunar.
Las HULC no son solo una cámara; son pequeñas obras maestra de la ingeniería, modificada para resistir las temperaturas extremas y el polvo lunar, con una empuñadura personalizada diseñada para ser utilizada con guantes gruesos.
Además, incorpora la última tecnología de imágenes y componentes eléctricos modificados para minimizar los problemas causados por la radiación.
¿Cómo se toman las fotos en la Luna?
Se estima que se han tomado más de 18.000 fotografías por parte de astronautas, utilizando cámaras portátiles modificadas de gran formato.
Estas cámaras se solían fijar hasta ahora al frente del traje espacial, y se requería un entrenamiento especial para apuntarlas correctamente desde el nivel del pecho.
Además, necesitaban cámaras separadas para fotografías y vídeos. La nueva cámara lunar, con su visor integrado y capacidades de vídeo, representa un salto cualitativo en la facilidad de uso y la versatilidad, permitiendo a los astronautas capturar con precisión la majestuosidad del espacio.
Pruebas y preparativos
Antes de su lanzamiento a la Luna, las HULC se someten a rigurosas pruebas térmicas, de vacío y de radiación para garantizar su rendimiento en el duro entorno lunar.
Estas pruebas simulan las condiciones espaciales, y la cámara ya ha sido utilizada en simulacros de paseos lunares en Arizona, así como en entrenamientos de geología en Lanzarote por una tripulación internacional de astronautas de la NASA, la ESA y la JAXA.
Estas pruebas no solo demuestran la robustez y fiabilidad de la cámara, sino que también preparan a los astronautas para su uso en el espacio, asegurando que la HULC esté lista para documentar la próxima era de exploración lunar.