Redacción.- La lucha global contra la mutilación genital femenina, prohibida ya en numerosos países pero que han afectado unas 200 millones de mujeres, es obstaculizada por el auge de redes transnacionales que la siguen practicando, alerta un informe de Naciones Unidas (ONU).
El estudio de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, advierte que unos 4,3 millones de niñas siguen corriendo peligro de sufrir esta mutilación, incluso en países donde la prohíben como los de la Unión Europea, donde se estima que las jóvenes en riesgo se elevan a más de 600.000.
En la UE y países como Estados Unidos, Australia, Canadá o Reino Unido, algunas familias practican lo que se denomina «vacaciones de corte», en las que las hijas son llevadas a sus países de origen u otros lugares para ser sometidas a esta práctica.
En la UE y países como Estados Unidos, Australia, Canadá o Reino Unido, algunas familias practican lo que se denomina «vacaciones de corte», en las que las hijas son llevadas a sus países de origen u otros lugares para ser sometidas a esta práctica.
En ocasiones, si la mutilación genital femenina está ya prohibida también en el país de origen, se viaja a otros donde todavía no es perseguida, y que se están convirtiendo en centros de atracción para este tipo de práctica, indica el informe sin citar naciones concretas.
También es frecuente, subraya el texto, que familias en zonas fronterizas crucen los límites entre su país, si en él se ha prohibido la mutilación genital femenina, a otro vecino que aún la mantiene, para que sus hijas sean sometidas allí a la intervención.