Redacción Internacional.- Mujeres que se consideran “demasiado flacas” presumen en redes sociales de los beneficios de un antihistamínico, que usan para ganar peso y aumentar el tamaño de sus glúteos, ignorando los riesgos sanitarios que conlleva su ingestión.
Las autodenominadas “skinny” (“flacas”, en inglés) alardean de su hallazgo en Instagram, TikTok o YouTube y aseguran que les permite conseguir las tan ansiadas “formas”, es decir senos y glúteos voluminosos.
El medicamento que usan, el Periactin (del laboratorio Teofarma) se vende libremente por menos de 10 euros la caja.
“Yo, que ya no comía, ahora tengo hambre todo el tiempo, incluso como en mi cama”, señala una de ellas. “Funciona demasiado bien, engordas enseguida”, añade.
Las imágenes tomadas antes y después de la ingestión del fármaco muestran un aumento de peso espectacular en pocas semanas. Pero el medicamento tiene como principio activo la ciproheptadina, destinado a las personas alérgicas, y no es para nada un complemento alimenticio.
La Sociedad Francesa de Farmacología y Terapéutica (SFPT) alertó en un comunicado a fines de marzo sobre el fenómeno. La relación “beneficio/riesgo de la ciproheptadina debería reevaluarse con vistas a retirar su autorización de comercialización o, al menos, incluirla en una lista de prescripción obligatoria”.
La ciproheptadina es un “medicamento muy antiguo, comercializado en Francia desde los años 1960″, sustituido por moléculas mucho más eficaces y que ya no necesita prescripción, explica a AFP el doctor Laurent Chouchana, responsable de farmacovigilancia de esta molécula y miembro de la SFPT.
Hasta 1994, el medicamento se proponía “para estimular el apetito de los enfermos” que perdían peso. Pero esta indicación fue retirada debido, en particular, a un equilibrio beneficio/riesgo mal evaluado, precisa.
Las moléculas que actúan sobre el peso son vigiladas de cerca por su posible uso indebido, añade Chouchana, como por ejemplo el antidiabético Ozempic, que se utiliza para adelgazar.
Sin ir al médico
Los representantes de los farmacéuticos, contactados por AFP, aseguran que sólo lo venden “muy raramente”, pero el medicamento está disponible en internet, donde a menudo se compra con alimentos que ayudan a ganar peso, como las semillas de fenogreco, según las páginas web consultadas por AFP.
La Agencia del Medicamento de Francia (ANSM) no logra de momento medir “el aumento de las ventas”, pero analiza la situación, indicó.
Hace un año, el organismo advirtió a los profesionales de la salud sobre “un uso no conforme y potencialmente peligroso de la ciproheptadina como orexígeno (estimulante del apetito) para inducir el aumento de peso con fines estéticos”.
Una usuaria de TikTok recuerda que confió directamente en las otras internautas. “Ni siquiera fui a ver a mi médico, lo intenté”, cuenta.
Tomar ciproheptadina conlleva riesgos para la salud. El antihistamínico provoca “la mayoría del tiempo somnolencias”, pero también convulsiones, alucinaciones y “efectos más graves como problemas hepáticos, sanguíneos, cardíacos”, sobre todo si hay sobredosis, como ocurre si se respetan las cantidades sugeridas en los vídeos de internet, según Chouchana.
En estas grabaciones, usuarias se quejan de “dormir todo el tiempo” por culpa de Periactin o de sufrir fuertes dolores de estómago.
El consumo abusivo de ciproheptadina surgió en África antes de la llegada de las redes sociales, en la década de 2000.
En un estudio científico realizado en República Democrática del Congo en 2011, se registraron casos de obesidad, en particular porque la gente se estaba volviendo adicta a este principio activo.