SANTO DOMINGO, RD.- La psicóloga y especialista en terapia familiar, Cristina Mena, analizó el caso de la mujer que decapitó a su hija de 6 años en un hecho ocurrido el pasado 15 de agosto en el sector Los Trinitarios en Santo Domingo Este.
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La doctora expresó que “La salud mental no se ve en la cara”, esto dejando claro, que los pacientes con condiciones mentales deben tener un seguimiento constante y apoyo de sus cuidadores, ya que Ana Josefa Castillo, padece desde hace 6 años esquizofrenia.
Asimismo, Mena, expresó que los líderes religiosos son los que primeros que deben estar pendiente de señales de alerta como servidores de la sociedad, ya que muchas veces los pacientes tienen condiciones que no están a la vista.
Agregó, que al confiarse de que todo está bien e incluso asignarles sacrificios tales como los ayunos, pueden perjudicial su condición, ya que «un desayuno incluye nutrientes que necesita el cerebro para funcionar y si no los recibe podría ser un detonante, tener esa patología en el cerebro es lo mismo que tenerla en el estómago», explicó Cristina.
Ana Josefa García Cuello
García Cuello había regresado hace apenas tres días de Estados Unidos cuando ocurrió el espantoso hecho, y habría ido allí para cuidar a su hermano quien estaba en una situación delicada de salud.
Fungía como médico, militar, docente y como miembro de la iglesia evangélica Monte Moriah.
A sus «hermanos en fe» les reveló que tenía dificultades familiares que la tenían preocupada, solicitando oraciones tanto por ella como por su familia.
No obstante, nunca imaginó que esa angustia la llevaría a cometer el tan atroz crimen, ya que siempre había mostrado un amor profundo por sus hijos y los cuidaba con gran esmero, según familiares y vecinos.
Según los registros médicos mostrados por la defensa, la acusada había sido tratada por esquizofrenia desde 2013 bajo la supervisión de un psiquiatra, citado en la solicitud de la defensa, y estuvo tomando medicación para manejar su salud mental.
Ana Josefa, mostró acciones fuera de lugar en distintos casos percibidos por la sociedad.
Mientras era trasladada para el conocimiento de la medida de coerción afirmó que estaba embarazada, «Estoy embarazada, me están maltratando».
En otra ocasión afirmó que, el crimen se produjo por la intervención de un espíritu maligno o un demonio.
García pronunció a su traslado a la audiencia que, “Será algún espíritu maligno, algún demonio, porque soy una persona cristiana que le sirvo al señor que nunca he hecho daño. Yo sería incapaz de llevarle la cabeza a mi niña de seis años, yo estaba orando y clamando por la iglesia”.
A la fémina se le realizó una prueba psiquiátrica, como parte de las investigaciones, en tanto que, la misma cumple 1 año como medida de coerción en la cárcel de San Luis, en Santo Domingo Este.