ESTADOS UNIDOS.- Aunque la transformación de los Lakers en la segunda parte de la temporada es una de las mejores historias del año en la NBA, parece que LeBron James y sus compañeros se están quedando sin combustible en la final de la Conferencia Oeste.
Y finalmente se habrían topado con un oponente capaz de cerciorarse de que la historia de Los Ángeles no tenga un final feliz.
Tras verse desgastados y propensos a los errores en Denver, donde sufrieron derrotas consecutivas por primera vez en dos meses, los Lakers están obligados a ganar el tercer partido, previsto para el sábado.
Los Ángeles ha estado en un gran momento que se ha prolongado desde la fecha límite para hacer canjes. Logró una marca de 27-12 desde entonces para colarse a los playoffs, ganando un partido de vida o muerte en el play in y eliminando a dos rivales mejor preclasificados en seis juegos.
Pero ese paso ha sido frenado por Nikola Jokic, Jamal Murray y unos Nuggets hambrientos de respeto, cuya superioridad en el cierre de los partidos es la razón por la que están en ventaja 2-0.
“Este no es el torneo de la NCAA”, dijo James. “El que llegue primero a cuatro victorias será el ganador. Tenemos una oportunidad de ir a casa y jugar un gran baloncesto y mantenernos en la pelea. Hasta que un equipo no gane cuatro veces, siempre hay una oportunidad de salir del problema. Esa es la confianza que debes tener. Sé que será una montaña difícil de escalar, pero todavía tenemos una oportunidad de jugar mejor baloncesto en el tercer partido”.