Redacción. ― Michael Keaton regresa a la pantalla grande en la secuela de Beetlejuice, película que se inaugura en el Festival de Cine de Venecia y apunta a revivir el éxito del título original de 1988, manteniendo el espíritu del excéntrico personaje que se convirtió en una figura de culto.
En una reciente entrevista, Keaton compartió que una de sus principales exigencias para retomar el rol del maniático fantasma era que no se incrementara su tiempo en pantalla.
Según Keaton, en esta secuela el pícaro fantasma no impulsa la historia tanto como lo hizo en la primera, pero sí “es más parte de la trama que en la anterior, donde solo es una cosa que entra e impulsa un poco la película”, agregó.
La secuela, titulada Beetlejuice Beetlejuice, reúne a Keaton con Burton y otros miembros del elenco original, como Winona Ryder y Catherine O’Hara. Sin embargo, también incorpora nuevos talentos, como Jenna Ortega y Willem Dafoe.
La trama se centra en la complicada relación entre Lydia Deetz (Ryder) y su hija Astrid (Ortega), aportando un gran peso emocional. Según comentó Keaton en una entrevista con SiriusXM: “La película original era muy divertida y emocionante visualmente. La secuela es todo eso, pero muy hermosa y tiene algunos elementos emotivos interesantes. No estaba preparado para eso. Es genial”.
Otro de los aspectos que el actor quiso mantener intacto en esta secuela fue la esencia de Beetlejuice. Razón por la cual se negó a que el personaje se adaptara constantemente a las sensibilidades modernas. Keaton insistió en que el fantasma psicótico no fuera sometido a una corrección social con el fin de agradar a las nuevas audiencias.
Como señaló que “En cuanto al personaje en sí, no había mucho que actualizar. Beetlejuice es un psicópata depravado en 1988, sigue siendo un psicópata depravado en nuestra era más ilustrada”.
En cuanto a la experiencia de filmar la secuela, Keaton expresó en una entrevista a principios de este año que fue “lo más divertido que he hecho en un set en mucho tiempo”.