Las consecuencias en la vida adulta del maltrato infantil
REDACCIÓN.- En República Dominicana alrededor del 3% de los niños, niñas y adolescentes son víctimas de prácticas violentas en sus casas.
Muchos niños y niñas que, hoy siendo adultos, viven con el peso de una experiencia que les tiñó la vida entera, afectando su autoestima, su imagen corporal y su capacidad de confiar en el resto, perjudicando así la manera en la que se vinculan con otros.
Si bien las secuelas que esta situación puede tener son distintas para cada persona porque varía según factores como la gravedad del abuso y el apoyo recibido después del hecho, sí hay señales en común que se pueden identificar en la vida de adultos que fueron víctimas de abuso sexual en la infancia.
La psicóloga clínica especialista en duelo y trauma, Gabriela Diéguez, manifiesta que “Este tipo de trauma puede tener un impacto significativo en la autoestima de una persona y en la forma en que se ve a sí misma. Pueden surgir sentimientos de vergüenza, culpa y falta de valía personal.
En otras ocasiones, se pueden observar dificultades para establecer relaciones cercanas y confiar en los demás. Pueden tener miedo de la intimidad emocional o ser hipervigilantes en sus relaciones”, asegura.
Siendo ya adultos, los sobrevivientes de este abuso pueden desarrollar síntomas de depresión, como tristeza profunda, pérdida de interés en actividades que solían disfrutar, cambios en el apetito y dificultades para dormir.
Incluso, agrega Diéguez, tener cuadros de ansiedad que pueden manifestarse en forma de preocupación excesiva, miedo irracional o ataques de pánico. “Pueden experimentar recuerdos intrusivos, pesadillas, flashbacks y evitación de situaciones o estímulos que les recuerden el abuso”, asegura.