Líder de Hezbollah dice que detonaciones fueron “golpe severo” que cruzaron una “línea roja”
Redacción.- El líder de Hezbollah, Hasán Nasrala, dijo el jueves que la detonación de dispositivos electrónicos fue un “golpe severo” que cruzó “una línea roja”, pero insistió en que el grupo saldrá fortalecido y continuará sus ataques diarios contra Israel.
Hezbollah está investigando las detonaciones, por las cuales se ha culpado a Israel, dijo Nasrala.
“Sí, fuimos sometidos a un golpe enorme y severo”, dijo Nasrala. “El enemigo cruzó todos los límites, todas las líneas rojas”, añadió.
Como es usual, Nasrala habló por video desde una localidad secreta. Usualmente Hezbollah convoca a sus seguidores a venir a concentraciones para ver los discursos de Nasrala en enormes pantallas, pero esta vez no hubo concentración alguna.
Nasrala dijo que Hezbollah continuará sus ataques contra Israel mientras siga la guerra en Gaza.
“El frente libanés no cesará antes de que cese la agresión en Gaza”, expresó.
“La única vía es cesar la agresión contra los pueblos de Gaza y la Margen Occidental”, declaró, “ni ataques, ni asesinatos ni una guerra abierta lograrán eso”.
Añadió que “el enemigo enfrentará un castigo severo, desde donde lo espera y desde donde no lo espera”.
Durante el discurso de Nasrala, Hezbollah perpetró por lo menos cuatro ataques contra el norte de Israel, y dos soldados israelíes murieron en un ataque previo. Aviones israelíes volaron bajo sobre Beirut, rompiendo la barrera del sonido, haciendo que pájaros vuelen en pánico y que personas en viviendas y oficinas abrieran las ventanas para evitar que se rompan los vidrios.
Israel también lanzó ataques contra el sur del Líbano el jueves, diciendo que alcanzó decenas de plataformas de misiles y otras instalaciones de Hezbollah. No quedaba claro si hubo bajas.
El ministro de defensa israelí, Yoav Gallant, dijo el jueves que Hezbollah “pagará un precio cada vez más caro”, mientras Israel trata de crear condiciones en su frontera con Líbano para que la población pueda regresar a sus casas.
“Nuestro objetivo es garantizar que los habitantes de las comunidades en el norte de Israel puedan regresar a sus casas. Con el paso del tiempo, Hezbollah pagará un precio cada vez más caro”, dijo Gallant. “La secuencia de nuestras acciones militares continuará”.
Hezbollah lanzó el jueves una nueva ronda de proyectiles al norte de Israel y mantuvo el ritmo de hostilidades con el ejército israelí, entre crecientes temores a un conflicto más amplio tras la explosión de cientos de dispositivos electrónicos en Líbano, que mataron al menos a 37 personas e hirieron a más de 3.000.
Hezbollah dijo el jueves por la mañana que había atacado posiciones militares en el norte de Israel, dos de ellas con drones. El ejército israelí dijo que los drones cayeron cerca de comunidades. Hospitales israelíes dijeron que habían atendido al menos a ocho pacientes con heridas leves o moderadas. El ejército indicó el jueves por la mañana que había atacado varios objetivos milicianos en el sur de Líbano durante la noche.
Las detonaciones de dispositivos parecían culminar una operación israelí de varios meses para golpear a la mayor cantidad posible de miembros de Hezbollah a la vez. Durante dos días, bípers y walkie-talkies utilizados por la milicia libanesa estallaron, hiriendo e incluso mutilando a algunos combatientes, pero también a civiles asociados a los servicios sociales del grupo. Al menos dos niños murieron.