REDACCIÓN.- Últimamente se está extendiendo en todo el mundo la práctica de nadar o zambullirse en aguas heladas o simplemente tomar duchas extremadamente frías.
Bañarse en agua helada se ha convertido en una tendencia para mejorar la salud después de que el atleta holandés Wim Hof, conocido como el ‘Hombre de Hielo’ (‘Iceman’), popularizara las zambullidas en agua helada y alabara sus beneficios.
Ahora bien, ¿es realmente esta práctica, beneficiosa para la salud?
Algunas investigaciones científicas parecen señalar algunos beneficios de la terapia con frío en la salud mental.
Aunque las indagaciones aún están en sus inicios, la terapia con agua fría parece que puede ayudar a aliviar la fatiga y a mejorar el estado de ánimo, posiblemente al desencadenar la liberación de endorfinas y noradrenalina en el cerebro.
Últimamente se está extendiendo en todo el mundo la práctica de nadar o zambullirse en aguas heladas o simplemente tomar duchas extremadamente frías.
Bañarse en agua helada se ha convertido en una tendencia para mejorar la salud después de que el atleta holandés Wim Hof, conocido como el ‘Hombre de Hielo’ (‘Iceman’), popularizara las zambullidas en agua helada y alabara sus beneficios.
Ahora bien, ¿es realmente esta práctica, beneficiosa para la salud?
Algunas investigaciones científicas parecen señalar algunos beneficios de la terapia con frío en la salud mental. Aunque las indagaciones aún están en sus inicios, la terapia con agua fría parece que puede ayudar a aliviar la fatiga y a mejorar el estado de ánimo, posiblemente al desencadenar la liberación de endorfinas y noradrenalina en el cerebro.
Expertos de la reconocida institución médica Mayo Clinic (EE.UU.), señalaron recientemente que a pesar de que muchos entusiastas del agua fría afirman que las duchas, los baños y las inmersiones en agua congelada pueden acelerar la recuperación, aliviar el dolor, prevenir los resfriados y mejorar el estado de ánimo, el éxito de esta terapia con frío depende de su estado de salud actual y gran parte de la investigación es demasiado débil para respaldar muchas de las afirmaciones con confianza.
También alertan de que existen algunos riesgos para la salud y que la evidencia científica sobre los beneficios de los baños de hielo resulta sumamente contradictoria y no concluyente. Además, señalan que se requiere un esfuerzo enorme para lograr, en el mejor de los casos, un efecto beneficioso modesto.
¿Qué hay con el método Wim Hof?
En un estudio publicado en Nature Scientific Reports, se les pidió a los participantes que probaran el método de Wim Hof, que implica exposición al agua fría, ejercicios de respiración y meditación, durante 15 días. La investigación no reveló cambios positivos en la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la función cardíaca o el estado de ánimo de los voluntarios.
Beneficios en la salud mental
Algunas investigaciones científicas parecen señalar algunos beneficios de la terapia con frío en la salud mental. Aunque las indagaciones aún están en sus inicios, la terapia con agua fría parece que puede ayudar a aliviar la fatiga y a mejorar el estado de ánimo, posiblemente al desencadenar la liberación de endorfinas y noradrenalina en el cerebro. Sin embargo, los especialistas de Mayo Clinic subrayan que estos estudios no solo son pequeños, sino que ofrecen escenarios para lograr beneficios que están lejos de ser prácticos.
Un estudio publicado el pasado año en Biology concluyó que la inmersión de todo el cuerpo en agua fría durante un corto período de tiempo puede tener efectos integradores sobre el funcionamiento del cerebro, contribuyendo a la mejora reportada en el estado de ánimo. Un chapuzón de cinco minutos en agua fría aumentó los sentimientos de alerta y atención y disminuyó la angustia y la ansiedad percibidas en la muestra de 33 adultos.
Asimismo, otra investigación preliminar publicada ese mismo año en Sleep, señalaba que la inmersión de las manos en agua fría puede reducir la somnolencia y aumentar la velocidad de los cálculos aritméticos durante la inercia del sueño. Los autores subrayan que esta práctica podría tener implicaciones importantes para el desempeño militar y el de los servicios de emergencia después de despertarse.
¿Y en la práctica deportiva?
Durante muchos años, si un deportista se recuperaba de una lesión, los expertos recomendaban aplicar hielo. Era la ‘I’ de la fórmula RICE, cuya traducción del inglés significa descanso, hielo, compresión y elevación, afirma Andrew Jagim, especialista en medicina deportiva de Mayo Clinic. «La ciencia y los efectos prácticos de la aplicación de hielo han cambiado durante las últimas dos décadas», señala Jagim.
El experto recomienda usar hielo inmediatamente después de sufrir una lesión aguda, pues en ese momento puede ayudar a reducir la hinchazón y el dolor. Sin embargo, exhorta a minimizar su aplicación después de los primeros días, ya que la terapia de frío continua puede retrasar la recuperación. De manera similar, la terapia de frío puede ayudar a reducir el dolor y las molestias después de sesiones de entrenamiento intensas o durante períodos de competencias consecutivas. Sin embargo, cuando se usa de manera constante durante un tiempo, la terapia de frío podría perjudicar el rendimiento, dice Jagim.