Los rifles de asalto, un arma letal demasiado fácil de adquirir en EEUU
WASHINGTON.- Los llamados rifles de asalto o de alta capacidad son armas letales demasiado fáciles de adquirir en buena parte de Estados Unidos, sobre todo en estados como Maine, un territorio con una legislación muy laxa al respecto, donde se ha producido el último tiroteo masivo.
Las imágenes de Robert Card, el presunto autor del ataque, entrando armado en uno de los locales donde disparó a sus víctimas muestran el rifle AR-15 que portaba, un instrumento con equipamiento extra que le permite disparar muchas más balas sin necesidad de recargar.
Mientras que los estadounidenses deben tener 21 años antes de poder comprar alcohol legalmente y de entrar en un bar, en la mayoría de los estados del país pueden comprar un rifle de asalto a partir de los 18 años.
De hecho, muchas leyes tienen requisitos de edad más estrictos para comprar pistolas que para los rifles de estilo militar, que se han convertido en el arma más utilizada en los tiroteos masivos de los últimos años.
Como ha recordado en las últimas horas en X (anteriormente Twitter) Peter Ambler, director ejecutivo de Giffords, una de las más conocidas organizaciones en favor del control de armas, Maine no tiene ni comprobaciones de seguridad universales para quien quiere comprar un arma ni obliga a contar con licencia para tenerla.
Tampoco hay en Maine normas de «red flag» (bandera roja), que impiden que personas que hayan pasado por crisis mentales -como según han publicado varios medios es el caso de Card- posean un arma de fuego.
En el último estado escenario de una masacre en Estados Unidos, con 18 muertos y 13 heridos, tampoco hay una norma que limite la compra de los cargadores de alta capacidad, que se acoplan al arma y permiten disparar sucesivamente durante mucho más tiempo sin necesidad de parar para recargar munición.
Esto permite comprar en este estado desde el arma más simple hasta la más sofisticada sin necesidad de controles previos.
Según el instituto Pew, cuatro de cada diez hogares en Estados Unidos tienen un arma de fuego, y un 32 % de los ciudadanos dicen ser los dueños de una. El 72 % de quienes poseen un arma aseguran tenerla para protegerse.
Según los datos de Giffords -cuyo nombre procede de la excongresista por Arizona Gabby Giffords, que fue herida de gravedad en un tiroteo en Tucson cuando estaba en el cargo-, 27 de los 50 estados del país tienen una nota «F», suspenso, por carecer de regulación para el control de armas, y entre ellos está Maine.
Una vez más, tras producirse un tiroteo con numerosas víctimas, el presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, ha vuelto a pedir a los republicanos que acepten llegar a un acuerdo para prohibir las armas de asalto.