Maribel Espaillat, administradora del Jet Set, está viva por su esposo
Según relató, Vera Pichardo se lanzó sobre ella para cubrirla, lo que le salvó la vida.
SANTO DOMINGO.- Conmovida y aún afectada emocionalmente, Maribel Espaillat, administradora del centro de entretenimiento Jet Set, relató cómo logró sobrevivir al colapso del techo del establecimiento el pasado 8 de abril, gracias a la acción heroica de su esposo, Danel Vera Pichardo, quien se encuentra ingresado en estado delicado.
Espaillat explicó que el derrumbe fue repentino y que apenas tuvo tiempo de reaccionar. “Ya yo estaba debajo de los escombros protegida por el cuerpo de mi esposo”, contó entre lágrimas.
Según relató, Vera Pichardo se lanzó sobre ella para cubrirla, lo que le salvó la vida, aunque le ocasionó múltiples lesiones, incluyendo una fractura en el fémur, por la cual fue operado, y la pérdida significativa de sangre, que obligó a suministrarle nueve pintas.
“Todo se produjo muy rápido, fue un estruendo… en lo que pregunté ‘¿qué fue?’, ya yo estaba debajo de los escombros protegida por el cuerpo de mi esposo”, expresó Espaillat, con la voz entrecortada por el llanto.
Danel Vera Pichardo no dudó en lanzarse sobre su esposa para cubrirla cuando colapsó el techo del establecimiento. “Si él no lo hace, yo estuviera muerta”, dijo. El valiente gesto le causó múltiples lesiones, incluyendo una fractura en el fémur por la cual fue operado. Además, tuvo que recibir nueve pintas de sangre y su cuadro de salud es delicado-estable, aunque continúa bajo observación médica debido a una fuerte inflamación y fiebre persistente.
Espaillat también resultó herida. Recibió 12 puntos de sutura por una herida en la cabeza y tuvo que someterse a la reconstrucción de una oreja que se desprendió por el impacto. “En el caso de mi esposo, lo suturaron a sangre fría porque había perdido demasiada sangre. No daba tiempo”, explicó.
Afectada emocionalmente, Maribel lamentó profundamente la pérdida de sus colaboradores y amigos cercanos, fallecidos durante el trágico suceso. “Ellos eran mi familia, eran los que me cuidaban. El sábado yo estaba sentada hablando con Gregory y le decía: ‘Gregory, ¡qué equipo tan bueno tenemos de muchachos!’, porque estábamos muy afines”, recordó entre sollozos.
Espaillat pidió a la población unirse en oración por la recuperación de su esposo y de todas las personas afectadas, mientras continúa enfrentando el dolor por las irreparables pérdidas humanas causadas por la tragedia.