Redacción.- Varios miles de personas han sido desplazadas en una zona de la comuna de Pétion-ville, en la capital de Haití, que ha sufrido repetidos ataques en los últimos días por parte de individuos de la banda Vitelhomme, que quiere hacerse con el control del lugar.
El recrudecimiento de la violencia armada en Haití ha desencadenado una profunda crisis humanitaria y, como consecuencia, un aumento del número de niños desplazados, que asciende ya a 170.000, según informaciones de Unicef.
Esta alarmante cifra, que se ha duplicado desde el año pasado, pone de manifiesto el rápido deterioro de la situación en el país y sus profundas repercusiones en los niños y las familias más vulnerables, señaló el organismo de las Naciones Unidas.
«En Haití, los niños y las familias están sometidos a constantes episodios de violencia extrema. Incluso, cada día con sus propios horrores, como la pérdida de seres queridos o el incendio de sus hogares. El miedo es omnipresente», dijo Bruno Maes, representante de Unicef en Haití, que visitó tres lugares de acogida para personas desplazadas en el centro de Puerto Príncipe.
«Privados de todos los servicios esenciales, incluidos la alimentación, la atención sanitaria y la educación, estos niños se enfrentan a una crisis que les está robando la esencia misma de su infancia. Estamos siendo testigos de una catástrofe humanitaria», se lamentó.
Los informes preliminares recibidos por Unicef presentan un panorama desgarrador de la crisis actual, revelan graves violaciones de los derechos de los niños, incluidos niños atrapados en el fuego cruzado, heridos o muertos, algunos de camino a la escuela.