REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Se desplazan rápido, están conectados y, según las autoridades, a menudo son «muy jóvenes». Ese es el perfil de una parte de los que ciudadanos que expresan «su ira» en Francia por la muerte de Nahel, un joven de 17 años baleado por un policía.
La ira ya había encendido los suburbios de las grandes ciudades francesas en 2005, después de la muerte de dos adolescentes en Clichy sous Bois, cerca de París, después de una persecución con la policía.
En ese momento, «había muchos más jóvenes en la calle, y eran un poco mayores. Prendían fuego a los coches y a los carros de bomberos, pero se podía intervenir», indicó el viernes la alcaldesa de Lille (norte), Martine Aubry.
Hoy, «muchos son prácticamente niños» con quienes «no se puede discutir», según la diputada socialista.
De las 875 personas interpeladas en la noche del jueves, «un tercio son jóvenes, a veces muy jóvenes», detalló el viernes el presidente francés Emmanuel Macron.
PROMEDIO: 17 AÑOS
«La edad media es 17 años», precisó por su parte el ministro del Interior, Gérald Darmanin.
Algunos comenzaron a comparecer ante los tribunales de la región parisina. Son estudiantes de secundaria, en formación profesional, barmans, jóvenes apenas mayores de edad y muchos de ellos no tienen antecedentes penales.