REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La ciudad de Nueva York adeuda un total de 130 millones de dólares a 110 hoteles usados como albergues para miles de inmigrantes que han llegado a la ciudad desde hace un año y medio, según la Asociación de Hoteles de la ciudad.
«Nadie esperaba que (los hoteles) tardaran tanto en recibir el pago», dijo Vijay Dandapani, presidente de la Asociación.
Indicó la ciudad no ha pagado por esa ocupación desde el pasado septiembre y reconoció que es la primera vez que esto ocurre.
Dandapani aseguró que la Asociación recibe diariamente llamadas de frustrados dueños de hoteles preguntando cuándo recibirán su dinero.
El pasado enero, la Administración del alcalde Eric Adams firmó un contrato de emergencia por seis meses con la Asociación de Hoteles a la que pagó 275 millones de dólares para albergar a unos 5.000 inmigrantes, en medio de una oleada que llegaban a la ciudad y que aún no ha cesado.
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La participación de los hoteles como parte de este acuerdo era voluntaria.
Dandapani cree que los pagos se han retrasado porque los costos del hotel exceden lo presupuestado por la ciudad, a medida que la crisis migratoria continúa.
Adams ha reclamado que la llegada de más de 140.000 migrantes, de los que mas de 60,000 están en albergues a los que se provee de comidas y otros servicios, ha creado una crisis fiscal, gastos que para finales de 2025 se proyectan en 12.000 millones de dólares.
El fiscal de cuentas de la ciudad, Brad Lander, cree que el retraso responde a que el Departamento de Servicio a los Sin Techo no tramitó a tiempo la aprobación a la prórroga por un año del contrato.
MILES DE COMIDAS TIRADAS A LA BASURA
Ha trascendido además que al menos 5,000 comidas para inmigrantes van a parar a la basura diariamente tras quejas de muchos de que se han enfermado luego de consumirla o de problemas con la calidad, como moho en el alimento, de acuerdo con The New York Times.
«El primer día que comí esta comida tuvieron que llevarme al hospital», dijo al diario un emigrante.
Las comidas son provistas por DocGo, empresa de servicios médicos, que tiene un contrato con la ciudad por 432 millones de dólares para servir tres veces al día a 5.000 personas en diversos albergues, a un costo máximo de 11 dólares cada una, pese a que la compañía carecía de experiencia en este tipo de servicio.
A 11 dólares por comida, el desperdicio en un periodo de 20 días costaría a los contribuyentes unos 776.000 dólares, o alrededor de 39.000 dólares al día, de acuerdo con The New York Times, que tuvo acceso a documentos de la DocGo.
A ese ritmo, la factura por la comida no consumida superaría el millón de dólares al mes, destaca el diario.
La queja de los migrantes ha sido documentada por empleados de la empresa a través de los informes diarios sobre las comidas pero, pese a ello, el representante de DocGo ha marcado en el documento que estos sí disfrutaron de los alimentos, señala además el Times.
Los inmigrantes han denunciado antes problemas con la calidad de las comidas lo que ha llevado a muchos a cocinar en sus habitaciones, pese a que esta prohibido.