Redacción.- Shohei Ohtani culminó una de las campañas más dominantes en la historia del béisbol y la mejor ofensiva jamás vista en los Dodgers de Los Ángeles, al cerrar la temporada regular con una victoria de 2-1 sobre los Rockies en Coors Field. Sin embargo, su intento por conseguir la primera Triple Corona en las Grandes Ligas desde 2012 quedó a solo unos puntos porcentuales de concretarse.
El intento por la Triple Corona
Ohtani llegó al juego con una desventaja de cuatro puntos en el promedio de bateo, pero falló en sus dos primeros turnos al bate, lo que prácticamente sentenció su intento por alcanzar a Arráez. A pesar de ello, el japonés mantuvo la emoción hasta el final, conectando un sencillo en la octava entrada para extender su racha de hits a 12 juegos. Durante este período, Ohtani tuvo un asombroso rendimiento de 53-29 (.547) con siete jonrones, 22 carreras impulsadas y 11 bases robadas.
Una temporada para los libros
Más allá de quedarse corto en la lucha por la Triple Corona, la temporada 2024 de Ohtani ha sido un espectáculo inolvidable. Después de firmar un contrato histórico de 10 años y 700 millones de dólares, Ohtani estableció marcas personales en jonrones (54), carreras impulsadas (130), bases robadas (59), hits (197) y bases alcanzadas (411). Estas cifras, sumadas a su impacto en todas las facetas del juego, casi le garantizan su tercer premio de Jugador Más Valioso de manera unánime y el primero en la Liga Nacional.
La mira en la postemporada
Aunque el título de bateo se escapó, Ohtani tiene la vista puesta en el siguiente gran reto: su primera postemporada con los Dodgers, quienes tienen grandes aspiraciones de conquistar la Serie Mundial. Con un Ohtani en su mejor momento, Los Ángeles llega a los playoffs como uno de los principales favoritos.
Ohtani ya ha demostrado ser un jugador histórico, y ahora espera escribir el próximo capítulo llevando a los Dodgers a la gloria en octubre.