«Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén», dice la oración más importante de la doctrina religiosa del catolicismo.
La investigación tomó 16 años y consistía en ver si había un error de traducción que fuera perjudicial, pues en muchos casos se daba a entender que era Dios quien hacía caer en tentación y no el diablo y esto fue refutado.
para el sumo pontifice, «un padre no nos deja caer en la tentación, un padre nos ayuda a salir de ella inmediatamente (…) Esta no es una buena traducción porque habla de un Dios que induce la tentación», según como lo afirmó el argentino y fue reseñado en el The Christian Post.
El cambio sería sustancial: para la traducción en inglés cambiaría de «lead us not into temptation» con «do not let us fall into temptation», «No nos dejes caer en la tentación», «No nos dejemos caer en la tentación».
«El que te deja caer en la tentación es Satán; ese es su rol», aseveró el sumo pontífice.